Visita obligada suele ser para los turistas o visitantes de otros lares, el llegarse hasta la "Calle Angosta" la de "una vereda sola".
Inmortalizada y hecha famosa en todo el país gracias a la Cueca Cuyana del mismo nombre, cuya autoría se debe a JOSÉ ADIMANTO ZAVALA y que de alguna manera es la canción emblemática, un poco el himno de los Villamercedinos.
la letra tiene la sencillez de las grandes creaciones, que con pocas palabras, y sin rebusques recrean la emoción y el amor por el pequeño pago y vecindario que forma parte de la "calle más humilde" que en los álamos comienza y en el Molino termina. Y ahí esta la evocación de los boliches, almacenes, donde se reúnen amigos y guitarreros.
Y la cueca dice los nombres:
Tradicionales boliches,
"Don Manuel y los Mirandas".
Frente cruzando las vias
Don Calixto . . . casi nada!
Todos esos boliches por los que transitó Adimanto Zavala en su niñez y evocó en su inolvidable cueca ya no existen... son recuerdos de un tiempo ido.
Pero en la esquina de Avenida Mitre y "Calle Angosta" se erige pintoresco un viejo caserón que alberga desde hace ya bastantes años, al "Boliche Don Miranda" lugar de eventos folklóricos y musicales. Turistas desprevenidos o Villamercedinos también suelen pensar que es uno de los boliches que menciona la cueca. Pero no es así.
El de la cueca era el Boliche de "Los Mirandas" que estaba ubicado, sobre la misma "Calle Angosta" pero unos 50 metros más hacia el Molino.
El propietario por muchos años de ese boliche ya desaparecido fue don Cándido Miranda. En negocio era el almacén del barrio, además de ramos generales. Se vendía además leña, carbón, algo de forrajes, y por supuesto todo tipo de comestibles. Don Cándido, de ancestros inmigrantes, era un hombre de mediana estatura, rubio y de ojos azules que brillaban tras unos anteojos redondos. Solía vestir con elegancia y era muy querido en el barrio, como lo recuerdan sus familiares. No le mezquinaba a la guitarra, y en su depósito se organizaban tenidas de guitarreros, como recuerdan sus familiares.
Al igual que don Calixto y don Manuel la letra de Adimanto Zavala los ha transformado en patrimonio de la cultura y memoria de la ciudad.
Reproducimos aquí algunas fotos del "Boliche Don Miranda" en sus distintas épocas, cuando todavía la calle de "una vereda sola" era de tierra, y su evolución hasta su aspecto actual. El que muchos creen que es el nombra la cueca, pero no lo es.