Claro está que cualquier traición es odiosa, básicamente porque se trata en una elección y de un voto de confianza; a menos que sea una extremísima urgencia, si andamos enfermos generalmente elegimos a un médico y ponemos en sus conocimientos, experiencia y profesionalismo todo nuestro potencial para ser curados; lo horrible es que te opere y sigas andando mal porque no te puso la malla o cosas por el estilo que -de momento- son improbables hasta tanto trascurre el tiempo y te seguís sintiendo mal. Y vas a otro hasta que te dice: "te operaron mal".