Sábado, 01 Junio 2024

La fusión de estilos junto a la denuncia social que demostró que el punk es mucho más que un simple género musical.

Definir a la banda creadora del punk es una compleja tarea que tiene múltiples respuestas y la mayoría son correctas. Pero cuando se trata de señalar al grupo que llevó este género a su punto más alto la mayoría de los caminos llevan a un mismo sendero: The Clash. Su mayor aportación fue abrir la mente para mostrar que la música acelerada se puede combinar con otros estilos sin perder su esencia.

En ese tenor, a mediados de los setenta Inglaterra se vio inmersa en un momento turbulento y contradictorio. De forma histórica se trata de un territorio que ha dominado y sometido a otros; en parte ha sido el secreto de su riqueza. Aunque después de siglos de vivir en la opulencia llegó una de las mayores crisis económicas en la historia de la isla.

La inconformidad y una elevada tasa de desempleo causó el enojo de la juventud. La banda sonora de este movimiento llegó desde el otro lado del mundo con los Ramones y The Stooges como embajadores de un nuevo estilo que muchos vislumbraban como una moda pasajera pero no fue así. Pasan los años y el punk se mantiene activo en algunos aspectos aunque también ha caído en otros.

La respuesta inglesa a esta rabiosa forma de expresión llegó a través de los Sex Pistols. Las letras de sus canciones causaron ámpula en todos los sectores aunque al final la música era plana y predecible. La mayor aportación fue demostrar que no era necesario ser un virtuoso ni tener un dominio de los instrumentos para subirse a un escenario.

The only band that matters

Con esto en mente es que adquiere mayor valor lo hecho por The Clash durante la década en que el cuarteto estuvo en activo. Desde el principio todos los integrantes estuvieron de acuerdo en incorporar otros estilos que en ese momento parecían ajenos al rock. Hoy la fusión sonora es algo habitual como se puede apreciar en la mayoría de los festivales pero hace algunas décadas eran muy pocos los que se aventuraban a este tipo de experimentos.

El primer resultado de esta orgia musical llegó a las tiendas de discos el 8 de abril de 1977. Las expectativas de la prensa eran mínimas porque tan solo se trataba de otra banda de jóvenes con pantalones de mezclilla. Pero todo cambió en cuanto se le dio atención a las 14 canciones del material. Tanto críticos como fanáticos alabaron el resultado y quedó claro que esto era mucho más que punk.


El cuarteto capitaneado por Joe Strummer y Mick Jones se enfocó en ampliar sus horizontes y abrir sus oídos. De tal forma, el brebaje conseguido contiene fuertes dosis de reggae, dub, funk, ska y rockabilly. El primer sencillo que se desprendió del LP fue “White Riot”, un fuerte torpedo que se impacta de lleno con los oídos y no muestra grandes diferencias con lo hecho por muchas de las bandas del momento. Los gritos y la energía que emana el tema está emparentada con los Buzzcocks, por ejemplo.

Las calles como influencia para componer los nuevos himnos de la juventud

Al escuchar el resto del disco es cuando llegan las sorpresas. No solo se trata de la mezcolanza de sonidos en donde todos se combinan sin perder protagonismo. También destacan las poderosas letras de las canciones que de verdad transmiten mensajes y no se quedan en frases cortas repetidas ad infitinum. Además la mayoría se enfocan en problemas reales de la juventud de la época y con los cuales era muy sencillo sentirse identificado.

Por una parte, “Career Opportunities" resume en dos minutos el sentir de la generación que vivió los setenta. Detrás del fantasma del ska que se hace presente también se menciona la frustración de los jóvenes por la falta de oportunidades laborales. Por eso es una canción que era vigente en 1977 pero también en la actualidad.

ientras que “Remote Control” es una crítica hacia los políticos y las compañías discográficas. Ambos tienen un fuerte poder en todo su entorno y pueden elegir a distancia lo que consideran correcto e inapropiado. Todo esto fue previo al dominio de internet y el nuevo impacto para bien y mal que han traído las redes sociales.

Pocas veces se puede apreciar un estilo tan bien definido desde el comienzo de una banda. Con The Clash así ocurrió y su debut apenas fue una muestra mínima de todo lo que estaba por venir. Además es el ejemplo más claro de que el punk es mucho más que un género musical sino que se trata de una forma de encarar la vida.

Publicado el Sábado, 09 Abril 2022 20:38 Escrito por

Larry Sultan es uno de los referentes de la corriente intimista, la fotografía que en la década de 1970 ya no documenta lo que sucede en la calle, en las grandes ciudades, con el fotógrafo recorriendo y retratando un país, y se dedica en cambio a documentar la vida íntima, el pequeño mundo que habita cada persona.

Su obra más famosa es la serie que produce durante la década de 1980 hasta 1992, compilada en un libro que se llama Pictures from Home (Fotos de casa). Una serie que retrata la vida hogareña de sus propios padres, en la casa de éstos en los suburbios de Los Ángeles y en la comunidad de jubilados de Palm Desert.

Observamos aquí un buen ejemplo de cómo este fotógrafo, combinando lo documental con lo escenográfico, lo espontáneo con lo trabajado minuciosamente, logra una estética muy personal para retratar el paisaje privado tanto físico como psicológico de los individuos.

Publicado el Sábado, 09 Abril 2022 20:24 Escrito por

El Ministerio de Cultura dio a conocer al jurado de la segunda edición del Concurso Premio Nacional de Novela “Sara Gallardo”, certamen que tiene como objetivos reconocer la creación y la calidad literaria de autoras argentinas -cis, lesbianas, travestis, transexuales y transgénero-, difundir la diversidad de miradas y voces dentro del escenario narrativo actual, y premiar la mejor novela publicada en nuestro país en el último año.

La convocatoria de la edición 2022 del concurso realizada a través de la Secretaría de Desarrollo Cultural y su Dirección Nacional de Promoción de Proyectos Culturales fue prorrogada hasta el 8 de mayo, y se orienta a fortalecer políticas culturales con perspectiva de género que contribuyan a la erradicación de las disparidades existentes y que garanticen la igualdad de oportunidades.

La autora ganadora de la novela recibirá una suma de $600.000 en concepto de premio, y también habrá 5 menciones honoríficas, cuya selección estará a cargo del jurado que presentamos a continuación.

Jurado 2022

María Rosa Lojo
Nació en Buenos Aires en 1954. Doctora en Letras por la Universidad de Buenos Aires, alcanzó la categoría de Investigadora Principal en el CONICET; es docente universitaria y directora del Centro de Ediciones y Estudios Críticos de Literatura Argentina en la Universidad del Salvador (Argentina). Fue electa miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y Miembro de Honor de la Real Academia Gallega.
Su obra poética incluye cinco libros de microficciones líricas y el poemario Los brotes de esta tierra (2022). Su narrativa comprende nueve novelas y cinco libros de cuentos: la novela Solo queda saltar (2018) y la colección de cuentos Así los trata la muerte (2021) son los títulos más recientes. Fue traducida a varios idiomas y recibió premios nacionales e internacionales, entre otros, el Primer Premio de Poesía de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires 1984, el Primer Premio Municipal de Narrativa de Buenos Aires, el Premio de Cuento y el de Novela del Fondo Nacional de las Artes, el Premio del Instituto Literario y Cultural Hispánico de California, el Premio Kónex, el Premio Internacional de Poesía Antonio Viccaro (Canadá). Su trayectoria literaria fue reconocida con el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (2018), el Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía (2020) y la Medalla Europea de Poesía y Arte Homero (Bruselas, 2021).


Foto: Rafael Yohai

Respecto de su participación como jurado María Rosa Lojo declaró: “Me encanta integrar el jurado de un premio como el "Sara Gallardo". En primer lugar, por la autora a quien este premio rinde homenaje. La descubrí hace muchos años, en la Biblioteca del Instituto de Literatura Argentina de la UBA, donde encontré un libro extraordinario: Eisejuaz, que de ahí en más formó parte de mis lecturas imprescindibles. Por aquel entonces Gallardo era una narradora estimada, pero de culto, casi secreta. Me parece un acto de justicia poética que se la haga visible dándole su nombre a un premio nacional de tanta importancia, concedido por el Estado. Desde hace mucho tiempo, también, me dedico tanto en el campo de la ficción como en el de la investigación, a trabajar sobre las subjetividades creadoras femeninas, a ponerlas en valor. Siempre hubo una tradición de co-fundadoras de la literatura nacional (desde Eduarda Mansilla o Juana Manuela Gorriti entre otras muchas), pero no era visible ni reconocida más allá de un pequeño grupo de especialistas. Un premio como el "Sara Gallardo" nos remite a esas raíces y las fortalece en la memoria colectiva, mostrando cómo la variada y rica creatividad de nuestras escritoras se expande en el presente. Por eso para mí es un honor y una alegría formar parte de este equipo y de este gran acontecimiento cultural”.

I. Acevedo
Nació en Tandil el 9 de abril de 1983. Vive en Buenos Aires. Publicó los libros de cuentos Trilogía canina (los-proyectos, 2015), Jajaja (Mansalva, 2017), Late un corazón (Rosa Iceberg, 2019), Paquete de fe, (PDF libre, 2020); las novelas Una idea genial (Mansalva, 2010, La Libre-La Flor Azul, 2020), Quedate conmigo (Editorial Marciana, 2017) y el ensayo Horas robadas al sueño (Eloísa Cartonera, 2018).
Durante 2021 publicó el volumen de textos críticos Algo se mueve. El cuento después de Walsh, por Eme editorial y Según la flor / Querida bicicleta, por Puntos Suspensivos ediciones. Durante 2022 publicará Diario de los quince. La aventura de escribir, por la editorial Bosque energético y Abrazo al futuro. Cuentos reunidos, por editorial La Libre. Es profesor de literatura y editor independiente.


Foto: Marla Zakai

Sobre su designación para seleccionar las obras I. Acevedo comentó: “Sin dudas será un enorme desafío elegir la mejor novela (junto con las cinco menciones) dentro de la diversa y valiosa producción literaria de novelas que comenzaron a circular en nuestro país durante el año 2021.
Lo particular de este concurso, que premia a las novelas ya publicadas, es que nos permite poder dar cuenta también del entramado que sostiene esta variedad de voces y estilos, y que se trata del trabajo colectivo de una serie, muy variada también, de editoriales, en especial las más pequeñas editoriales independientes, que continúan redoblando esfuerzos para producir libros en todos los formatos, y garantizar así que la literatura pueda seguir circulando, incluso en contextos tan difíciles como los que atravesamos en los últimos dos años a raíz de la pandemia.
Es mi mayor deseo que podamos encontrarnos con la mayor cantidad posible de textos provenientes de cada rincón del territorio, para que, al seleccionarlos, podamos no sólo premiar a unx autorx y su obra, conjuntamente con el trabajo editorial que sostiene ese libro, sino también acceder, mediante esta distinción, a esas culturas, voces e identidades que a través de la literatura encuentran vía libre a la emergencia”.

Esther Cross
Escritora y traductora. Publicó Bioy Casares a la hora de escribir y Conversaciones con Borges en el taller literario, libros de entrevistas con los autores, escritos en colaboración con Félix della Paolera; las novelas Crónicas de alados y aprendices, La inundación, El banquete de la araña, Radiana, La señorita Porcel y La mujer que escribió Frankenstein y los libros de cuentos La divina proporción, Kavanagh y Tres hermanos. Editó con Ángela Pradelli la antología La Biblia según veinticinco escritores argentinos. Sus libros recibieron los premios Regional, Fortabat, First, Plural y Siglo XXI de Narrativa, entre otros. Recibió las beca Fulbright-Fondo Nacional de las Artes y Civitella Ranieri.

En cuanto al concurso la la escritora opinó: “Celebro la segunda edición del Premio Sara Gallardo como una gran noticia. Qué mejor reconocimiento al valor y la vigencia de una escritora tan admirada por lectores y colegas, innovadora por su lenguaje, su perspectiva y la variedad de su mundo. También lo celebro porque está abierto a todas las autoras en el sentido más abarcador. Espero que la participación sea tan grande como el año pasado, cuando llegaron tantas novelas de escritoras consagradas, de las que recién empezaban y las que escribían hace tiempo pero por distintos motivos no habían alcanzado la difusión merecida. Será una alegría leer cada libro y además, como un regalo, tener la oportunidad de oír las voces de todas las colegas contando sus historias en un mismo momento, con sus diferencias y marcas personales”.

Acerca del concurso Premio de Novela "Sara Gallardo"

La primera edición del Premio Nacional de Novela “Sara Gallardo” se realizó en 2021 y tuvo una muy buena recepción y repercusión en el ámbito cultural y literario: se recibieron más de 100 novelas sobre diferentes temáticas de escritoras de todo el país, editadas por sellos independientes y por grandes grupos editoriales. La obra que resultó galardonada con el primer premio fue la novela La sed, de la poeta, periodista y editora, Marina Yuszczuk.
Este certamen se lanzó, tanto en la actual edición como en la pasada, en el marco de la conmemoración por el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, fecha que sintetiza una larga historia de luchas por la igualdad de derechos, oportunidades y participación de las mujeres e invita a reflexionar y actuar sobre las desigualdades persistentes, las asignaturas y los desafíos pendientes.
La convocatoria, vigente del 9 de marzo al 8 de mayo de 2022, está dirigida a autoras argentinas, -cis, lesbianas, travestis, transexuales y transgénero-, que cuenten con una novela publicada entre enero y diciembre de 2021, con circulación de manera impresa en el país. Cada participante podrá postular una novela de temática libre, publicada originalmente en español, o en las lenguas de los pueblos originarios siempre que cuente con una edición bilingüe (español-pueblos originarios), con una extensión mínima de 70 páginas, y cuya primera tirada haya sido impresa entre enero y diciembre de 2021 por una editorial argentina y con ISBN argentino.

Fuente: https://bit.ly/3E1s5zK

Publicado el Sábado, 09 Abril 2022 20:13 Escrito por

‘The Batman’, dirigida por Matt Reeves, toma distancias con las convenciones más fantasiosas del audiovisual superheroico. El resultado es una especie de ‘super-noir’ de acción e investigación en una ciudad corrupta hasta la médula. Por Ignasi Franch (EL Salto).


Batman nació en 1939 siendo un eslabón más, que se convertiría en especialmente exitoso y comercialmente explotable, de una larga cadena de héroes de la ficción pulp. Como los terratenientes El Zorro (cuya primera aventura se publicó en 1919) y su variación española El Coyote (que debutó en 1943), como The Shadow (que debutó en un serial radiofónico en 1931) o como aquel aristocrático Robin Hood cuya leyenda se metamorfoseaba desde el folklore oral, Batman era un justiciero perteneciente a una élite social. El Hombre Murciélago era un hijo de millonarios que se había embarcado en una doble vida como vigilante para gestionar un trauma infantil: haber sido testigo del asesinato de sus padres a manos de un atracador.

Quizá la proliferación de héroes pudientes tenía sentido en un contexto histórico de nula porosidad de las clases sociales. Psicoanalizando la pulp fiction, podríamos entender que estos personajes fijaban un relato de impotencia ciudadana. Un ricachón tenía que protegernos porque nosotros mismos no podíamos hacerlo. Porque El Zorro o The Shadow sí disponen de amplios recursos económicos y logísticos. Y porque las respuestas colectivas o cooperativas que implican cuestionamientos radicales siempre han tenido un encaje complicado dentro de la cultura pop industrializada estadounidense.

La visión del mundo que han proyectado algunas de estas aventuras de justicieros de las élites ha llegado a ser sorprendente. En la versión estrenada en 1940 de La marca del zorro, los espectadores son trasladados a una California donde otrora reinaba la armonía. En ausencia del protagonista, el gobierno benévolo de su padre terrateniente ha sido desplazado por una tiranía de violencia institucional e impuestos confiscatorios. La llegada del héroe inspira una rebelión reactiva. La escena final de campesinos y propietarios luchando codo con codo para restablecer la paz social tiene algo de fantasía interclasista que quizá solo se puede concebir si se contempla la realidad desde una cierta altura de la pirámide socio-económica.

De alguna manera, estas ficciones (conservadoras) exploraban los puntos de encuentro posibles entre el mundo burgués y las clases populares a través del señalamiento de enemigos comunes. Los aristócratas y sus privilegios hereditarios podían ser un objetivo, o también las cargas fiscales impuestas en los pasados históricos de monarquías absolutas o de estados carentes de iniciativas sociales que diesen un destino comprensible y visible a la fiscalidad. Sin cuestionar el estado de las cosas, estas historias proporcionaban una cierta satisfacción (mediada por las acciones del justiciero-ricachón) al público popular. Porque se escenificaba la caída de algún gobernante corrupto, de algún cacique, de algún empresario criminal.

Todo está podrido, pero no todo está podrido

A diferencia de la tendencia a la alegría y luminosidad de las aventuras del Zorro o Robin Hood, las aventuras cinematográficas de Batman han tendido (con excepciones como el largometraje sesentero o el barroquismo hortera que dominaba Batman y Robin) a mostrar unos paisajes más tenebrosos. Al fin y al cabo, su mismo protagonista es un hombre de vida dual y más bien inquietante. Y la Gotham City donde reside tiene a funcionar como el reverso gótico de la Metropolis de Superman.

Los responsables de ‘The Batman’ ensayan un giro escéptico: la inversión con fines de progreso social deviene una fuente de corrupción.

DC Films_Warner Bros

Si Batman begins hablaba de las infraestructuras como intento de vertebración de una mejora social colectiva, los responsables de The Batman ensayan un giro escéptico: la inversión con fines de progreso social deviene una fuente de corrupción. Esta temática dota de cierto aire de cine negro a una narración que intenta tomar muchas distancias con las convenciones más estridentes del audiovisual superheroico. Se potencia ese Batman más detectivesco que no había tenido demasiado peso en sus encarnaciones fílmicas previas. Y la apuesta por la fantasía moderada permite centrar la propuesta en la exploración sensorial y sensacionalista de un cierto vómito de malestar.

Si Joker podía guiñar el ojo a Scorsese, The Batman también mira atrás en busca de un referente o un paraguas de prestigio estilítico. Este super-noir lluvioso y de iras contenidas, espectacularizador hasta cierto punto, intenta acercarse al thriller setentero comercial, sucio y feísta, de Sidney Lumet (Serpico) y compañía. O a continuadores neoclásicos como Zodiac, aunque el resultado quizá se acerque más al talante shocker de Seven. El resultado no deja de lado algunos peajes del audiovisual multimillonario, franquiciado y franquiciador: un par de escenas de acción aparatosa, la consabida acumulación cansina de desenlaces y un lanzamiento final de hilos que retomar en nuevas películas.

‘The Batman’ es una película fundamentada en una narrativa mítica que se relaciona de manera problemática con el mundo real.

Aunque se opte por el realismo entre muchas comillas, The Batman es una película fundamentada en una narrativa mítica que se relaciona de manera problemática con el mundo real. A falta de cargas de profundidad, los autores se fijan en las puntas del iceberg de lo que no funciona. Por ejemplo, no se articula un apunte crítico sobre las consecuencias gentrificadoras y excluyentes de las reformas urbanísticas, al estilo del reciente (y apreciable) noir Húerfanos de Brooklyn. La premisa es algo más rudimentaria: sencillamente, el dinero puede desaparecer con más facilidad cuando está diluido en un fondo de desarrollo enormemente dotado.

El realizador Matt Reeves (Amanecer del planeta de los simios) y su equipo lanzan otros dardos con punta de velcro. En el filme, el Hombre Murciélago sigue el rastro de una vieja trama de corrupción de las autoridades políticas y policiales que alcanza a la herencia familiar del protagonista, históricamente representado como un hijo de benefactores. En Batman begins, por ejemplo, se mencionaba que el padre de Batman casi arruina su empresa porque combatió la pobreza durante una depresión económica.

En The Batman, en cambio, se problematiza hasta cierto punto esta herencia recibida mediante la revelación de un pecado del pasado: un momento concreto de debilidad personal embrutece el legado. No es que su fortuna hubiese sido acumulada de maneras explícitamente abusivas, ni que hubiese sido empleada voluntariamente con usos perversos. El patriarca falló, pero su fortuna está limpia. Así que el héroe puede seguir pagando la factura de combustible de su Batmobile sin demasiados cargos de conciencia.

We can(not) be heroes, just for one day?

En The Batman no hay una gran mascarada superheroica, aunque no falten los disfraces. Comenzando por la capucha que emplea el protagonista y continuando por la que usa un Enigma que encarna los riesgos de la seducción populista al estilo del Bane de El Caballero Oscuro: la leyenda renace. En paralelo, se ponen límites al habitual paralelismo entre los trastornos del Hombre Murciélago y algunas de sus némesis. El revanchismo homicida de este último, que acaba propulsando asesinatos al azar, le aleja del justicierismo de orden (inquietante) que defiende Bruce Wayne.

A pesar de su apariencia furibundamente desencantada, ‘The Batman’ acaba conectando con el contradictorio estado anímico de ese neoliberalismo que estimula la desconfianza y la desolación antipolítica.

Publicado el Sábado, 09 Abril 2022 20:04 Escrito por
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Calle Angosta | Periódico Digital. Publicación digital con artículos de interés en diversas temáticas, con selección de textos, imágenes, audios y vídeos.

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