Viernes, 26 Abril 2024
Calle Angosta

Calle Angosta

Así dice el  Señor, el Señor Todopoderoso, rey y redentor:

“Yo soy el primero y el último; fuera de mí no hay otro Dios.
¿Quién es como yo? Que lo diga. Que declare lo que ha ocurrido
desde que establecí a mi antiguo pueblo; que exponga ante mí lo que está por venir, ¡que anuncie lo que va a suceder! No tiemblen ni se asusten. ¿Acaso no lo anuncié y profeticé hace tiempo? Ustedes son mis testigos. ¿Hay algún Dios fuera de mí? No, no hay otra Roca; no conozco ninguna.

Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia; no te irrites ante el éxito de otros, de los que maquinan planes malvados, confía en Dios, al contrario del hombre EL sabe muy bien que tiene para vos —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darte un futuro y una esperanza.

Quisiera haber sido un ángel, para poder anunciar la historia, de tu nacimiento esa noche de navidad, quisiera haber sido una estrella y con mi luz alumbrar aquel pequeño lugar donde habrías de descansar…

Hacia las montañas levanta tus ojos, ¿De dónde ha de venir tu auxilio? tu ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra. No te angusties por nada, y en cualquier circunstancia, recurre a la oración y a la súplica, acompañada de acción de gracias. Presenta tus peticiones a Dios y entonces la paz de Dios, que supera todo lo que puedes pensar, tomará bajo su cuidado tu corazón y tus pensamientos en Cristo Jesús.

Tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para alguien de este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará.

No sigamos lo que es malo, sino lo que es bueno, el que hace bien es de Dios; mas el que hace mal, no ha visto a Dios.  Debemos dar testimonio del amor de Dios en presencia de todos, a los cuales si ayudamos como conviene según Dios, haremos  bien y seremos cooperadores de la verdad.

Fuerza y honor son tu vestidura; y te ríes de lo por venir. Abres tu boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en tu lengua. Consideras los caminos de tu casa, y no comes el pan de balde. Te levantan tus hijos y te llaman bienaventurada; y tu marido también te alaba: Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas, engañosa es la gracia, y vana la hermosura; vos madre que temes a Dios, serás alabada.”

Los jóvenes sujétense a los mayores y todos  debemos ser humildes en nuestro trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracias a los humildes.

Dice Dios “sujétese toda persona a las autoridades que gobiernan, porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas.” Por consiguiente, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto, y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación. Dios es el que cambia los tiempos y las edades, quita presidentes y pone presidentes, da sabiduría a los sabios y conocimiento a los entendidos.

Hombre, mujer, si te consideras hijo de Dios debes ser imitador de EL como hijo amado, anda en amor como también Cristo te amó y se entregó a sí mismo por vos, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

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