Ante una inflación que supera el 100%, los empleados públicos consideran que este aumento es insuficiente para afrontar el alza del costo de vida y lo califican como una "vergüenza" y una "humillación".
El malestar se hizo sentir de inmediato en las redes sociales, donde numerosos trabajadores expresaron su indignación. Caro Vega fue tajante al declarar: "La humillación salarial más grande de la historia". Por su parte, Susana Requelme ironizó: "¡Qué lindo chiste!", mientras que Daiana Torres Jofré criticó duramente al gobernador con un comentario ácido: "¡La cara como una piedra! Dios mío".
El aumento anunciado se pagará en cuatro tramos: un 6% a fin de mes junto con los haberes de agosto, un 5% en septiembre, otro 5% en octubre, y finalmente un 4% en noviembre. Muchos trabajadores han manifestado su frustración ante estos porcentajes que consideran exiguos. "Es una vergüenza el aumento, ¿qué hacemos con el 6%?", expresó Miriam Rinaldi. Ta Mil, otra usuaria, compartió su indignación diciendo: "Repudiamos. ¿Qué hace uno con el 6%? Es una burla, pero ellos se suben millones y ni en chiste en cuotas".
La crítica no se limita solo al bajo porcentaje de aumento, sino también a la forma en que se abonará. Caterhin Yamila comentó con sarcasmo: "Qué triste, como si la comida nos la dieran en cuotas". Graciela Cornejo, una docente, expresó su frustración diciendo: "Una vergüenza que nos dé ese aumento. Ahora somos los indigentes de la sociedad; maestros con sueldo de hambre". Gladys García agregó: "No vamos a ver nunca el aumento con los precios de la mercadería altísimos. De acá a noviembre no notaremos el aumento".
Además del rechazo al incremento salarial, otro reclamo que resuena entre los puntanos es la necesidad de generar más puestos de trabajo. La falta de empleo se suma a las preocupaciones económicas de los trabajadores, quienes ven en este aumento una respuesta inadecuada ante la crisis que enfrentan.
El aumento en "minicuotas" propuesto por Poggi ha dejado a los empleados públicos de San Luis con un sabor amargo, sintiéndose desvalorizados y preocupados por su futuro económico en un contexto de inflación desbordada y salarios que no logran cubrir las necesidades básicas.