En su defensa, presentó ante la justicia federal documentos oficiales y testimonios para demostrar que ya no ocupaba el cargo al momento de los hechos que se le imputan.
La Fiscalía sostiene que Grando habría realizado cambios en las fórmulas de liquidación de sueldos, lo que habría resultado en un incremento salarial indebido. Sin embargo, Grando asegura que los cargos son infundados y que se basan en información incorrecta. “Es material y fácticamente imposible que los hechos se hayan producido en la forma en que fueron descriptos”, argumentó, indicando que ya no ejercía como secretaria de Hacienda desde el 31 de octubre, fecha en la que supuestamente ocurrieron las modificaciones. Para respaldar su versión, presentó resoluciones oficiales que certifican su reemplazo en el cargo.
Además, Grando afirmó que el día y la hora en que se le acusa de manipular los datos, ella estaba fuera de la universidad con permiso autorizado. A su defensa añadió un permiso firmado por el área de personal y el registro de acceso del reloj biométrico, que demuestra que se encontraba fuera de las instalaciones. Solicitó también que se verifiquen los registros de las antenas de su teléfono celular para corroborar que no estaba en la universidad en ese momento.
“Me presento hoy en la justicia por mi derecho a réplica. He sido injustamente calumniada por ciertos funcionarios que han dado falso testimonio, y por distintos medios que han replicado esas versiones sin evidencia”, expresó Grando, quien además afirmó sentirse víctima de persecución política y violencia de género. Según ella, su imagen profesional ha sido perjudicada debido a lo que considera una campaña de hostigamiento y malicia por parte de algunos funcionarios.
La defensa de Grando sostiene que la acusación responde a un contexto de tensiones laborales, en el que su clienta habría sido blanco de un trato hostil e injusto. La causa continúa su curso en la justicia federal, donde se analizarán en detalle las pruebas y los testimonios para esclarecer el caso.