La autopsia preliminar realizada por el Cuerpo Médico Forense confirmó que el cantante, de 31 años, murió debido a un politraumatismo que le provocó una hemorragia interna y externa. El informe fue solicitado por la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°16, que investiga el hecho como una "muerte dudosa".

Según las primeras investigaciones, Payne habría estado solo en su habitación al momento de la caída, la cual se sospecha pudo haber sido causada por un "brote" vinculado al consumo de sustancias. Horas antes, empleados del hotel habían solicitado asistencia al 911 debido al comportamiento errático del cantante, quien, según informes, había destrozado varios objetos en la habitación.

El SAME acudió rápidamente al lugar, pero Payne ya había caído y, de acuerdo con el director del servicio, Alberto Crescenti, "presentaba lesiones incompatibles con la vida". La autopsia reveló un total de 25 lesiones, todas consistentes con una caída de altura. No se encontraron signos de lucha o defensas, lo que sugiere que Payne pudo haber estado en un estado de semi o total inconsciencia.

El informe forense también recomendó estudios toxicológicos y bioquímicos para determinar si había alcohol o drogas en su sistema al momento del incidente. Además, se recolectaron evidencias en la habitación, como bebidas alcohólicas, posibles sustancias estupefacientes, y varios objetos dañados, lo que refuerza la hipótesis del abuso de sustancias.

Aunque las pruebas iniciales indican que Payne estaba solo al momento de la caída, la fiscalía sigue investigando para descartar la participación de terceras personas en los eventos que llevaron a su muerte.