Lunes, 14 Octubre 2024

Mosquitas y Satánicas: bandas de mujeres en nuestra música pop de los años 60

Publicado el Jueves, 08 Septiembre 2022 09:00 Escrito por

En un contexto de importantes transformaciones sociales en lo que respecta a las mujeres, diversos grupos como Las Mosquitas y Las Satánicas -llegadas de Checoslovaquia- irrumpieron en la escena de la música joven. Hicieron bailar a una generación y ampliaron los horizontes de las mujeres a escenarios, giras y estudios de grabación con un nuevo género musical. 


Han comenzado los años sesenta, y las revistas femeninas argentinas sugieren a las mujeres cambiar los tonos opacos por colores claros, señalan que los tonos ideales para bailar el twist y el rock son el naranja y el rojo, redundan en indicaciones de cómo deben peinarse, maquillarse, y ser encantadoras para sus parejas.

También abordan otra “novedad” para la mujer argentina: la píldora anticonceptiva. Los medios masivos de comunicación introducen y alientan nuevas costumbres e incluso nuevas pautas morales, sobre todo para incidir en la población femenina: promueven el pasaje de la mujer tradicional a la mujer moderna. En verdad, tal como indica la doctora en Ciencias Antropológicas Catalina Trebisacce, la mujer moderna era el sinónimo de la mujer orquesta, aquella que podía ser buena ama de casa, trabajadora fuera del hogar y sexualmente liberada, pero para su marido.

La música joven fue un vector de esa modernidad, las cantantes se convirtieron en modelos de chicas modernas, y de algún modo, reflejaron el deseo de la emancipación femenina. Las voces de mujeres de la música juvenil cobraron un gran protagonismo en el mundo en estos primeros años de la década del sesenta.


En Europa, veremos aparecer el yé-yé mediterráneo, un movimiento musical encabezado mayormente por chicas: desde Italia, Rita Pavone y Mina Mazzini conquistan el mundo, así como France Gall o Sheila desde Francia, o Rocío Durcal y Marisol desde España; en Estados Unidos, la era dorada de las girl group.

Aquí también tuvimos en esa época, nuestras bandas de mujeres, tales como Las Rebeldes, Las Traviesas, Las Daniel´S, y dos en las que vamos a detenernos ahora: Las Mosquitas, y Las Satánicas. 

Las Mosquitas

 

Stella Maris Conde Mara Cristina Medina Ana Mara Millan y Beatriz Cabrera Las Mosquitas
Stella Maris Conde, María Cristina Medina, Ana María Millan y Beatriz Cabrera: Las Mosquitas.


Amadrinadas por Estela Raval, y por iniciativa de Ricardo Romero, Stella Maris Conde, María Cristina Medina, Ana María Millan y Beatriz Cabrera, formaron, a mediado de los años 60, el grupo Las Mosquitas.


Sus actuaciones en vivo despertaban un gran revuelo. Vestidas con trajecitos, calcados de los de los Beatles, en su primer concierto en el Club Comunicaciones de Buenos Aires, en 1965, tuvo que intervenir la policía pues chicas y chicos del público tomaron el escenario para abalanzarse sobre ellas con el objetivo de que les regalaran alguna prenda; sobre todo les pedían las corbatas, y los gemelos.

Giraron por toda América entre 1965 y 1966, con muchísimo éxito en cada lugar donde se presentaban. Las esperaban en los aeropuertos cientos de fans, embajadores con sus hijos e hijas, ramos de flores, cartas de amor, y euforia.

Grabaron en el sello Music Hall dieciséis canciones, que luego la compañía editaría en diferentes discos. Entre estas podemos encontrar covers de los Beatles, como “Ayer”, y “Socorro”; canciones compuestas por Ricardo Romero, como “Cuatro Mosquitas”, “La culpa fue solo mía” y “Hacelo conmigo”; una canción del yé- yé italiano, “Tembleque”, que fue el gran éxito de Las Mosquitas, junto a “Simplemente no”, un beat bien sesentoso, que formó parte de un EP compartido con Los Gatos Salvajes, que así se llamaban entonces, y luego, cambios mediante de algunos integrantes, serán Los Gatos.

El álbum se llamó “Gatos vs. Mosquitas”, y contenía dos canciones de Los Gatos Salvajes, “¿Quién vendrá por mí?” y “Ruta a Go- Go”; y dos canciones de Las Mosquitas: “Simplemente no”, y “Ayer”.

Las Satánicas

 

En Buenos Aires pasaron por programas de televisin y cantaron en La Rural Foto IDF
En Buenos Aires pasaron por programas de televisión y cantaron en La Rural. (Foto IDF)


En un aviso publicado en la sección de anuncios de la revista checoslovaca Melodie, en 1964, bajo el título ”Chicas, ¡al frente!”, dos hermanas, expresaban:

“Mi nombre es Iris y tengo 16 años de edad. Toco la guitarra, el piano y el trombón. Mi hermana Miluska tiene 14. Toca la trompeta, la guitarra, el piano y el acordeón. Queríamos unirnos a una banda, pero ahí empezaron los problemas: las bandas de chicos no quieren saber nada con nosotras y eso nos quita la posibilidad de adquirir experiencia musical. La música es lo único que tenemos, después de la escuela y el trabajo. Queremos demostrarles a todos que las mujeres pueden también formar una orquesta tan buena como la de los hombres. Chicas, ¿les gustaría unirse a nosotras? Iris y Miluska, 1964”.

Este sería el puntapié inicial para una banda de mujeres que iniciarán un largo camino desde Checoslovaquia, a la Argentina.
A las dos hermanas se les sumaron entonces otras cuatro músicas: Vlasta, Vera, Hana y Jarka, todas músicas de sólida formación académica en conservatorio.

Con Iris a la cabeza como directora de la banda, trombonista y cantante solista; Miluska, con la trompeta; Vlasta, el contrabajo, Vera en el órgano; Hana en la batería y Jarka con el saxofón. Se presentaron con sus shows por Checoslovaquia, Bulgaria, Yugoslavia y Rumania.

Iris Miluska Vlasta Vera Hana y Jarka las jvenes checoslovacas que formaron Las Satnicas Foto Hctor Bernardi
Iris, Miluska, Vlasta, Vera, Hana y Jarka, las jóvenes checoslovacas que formaron Las Satánicas. (Foto: Héctor Bernardi)


Fuera de las fronteras de Checoslovaquia se transformaron en una banda de pop femenino llamada “Las Satánicas”. A partir de 1968, tras la invasión rusa a Checoslovaquia, tocan por toda Europa: habitualmente en bares y hoteles, adaptándose a cambios de géneros musicales y abriéndose el camino como músicas independientes, defendiéndose con el idioma de turno (cantaron en inglés, alemán, portugués, francés, español, rumano), y ganando algo de dinero para poder seguir. Así, pasaron por Italia, Francia, Inglaterra, Irlanda, España, Alemania, Dinamarca, Noruega, hasta que llegaron a Suecia.

Ya era el año 1970, y Suecia, el epicentro de la movida del pop, cuyo referente principal por ese entonces era Abba. Lo cierto es que fue en ese país donde conocieron a su primer representante internacional quien se identificó como Roland Ferneborg, manager de -justamente- Abba.

Ese encuentro fue un punto de inflexión en la carrera profesional de Las Satánicas. Se abría para ellas la oportunidad de grabar un disco a un bajo costo en Sudamérica. Ante esta propuesta por parte de Ferneborg, aceptaron hacer una gira por América Latina. Y con el fin de poder resolver cuestiones legales que habilitaran su partida hacia tierras latinas, las jóvenes contrajeron matrimonio con seis muchachos de Estocolmo en un lapso de 48 horas.


Pronto se las pudo ver en programas de la Argentina, como es el caso de “Sábados de la Bondad”. También en mega eventos como el de Exposhow, inaugurado en diciembre de 1970 en el predio de la Sociedad Rural de Palermo donde, todos los días hasta las dos de la mañana, se presentaban números musicales en los distintos escenarios, y donde a la “música beat” le tocaba el rincón más apartado.

Participaron asimismo en el festival chileno de Viña del Mar, en junio de 1971, presentación que les generó mucho reconocimiento y por el que se las asoció al gobierno de Salvador Allende, al haber sido presentadas como "una banda aliada de la Checoslovaquia socialista".

En nuestro país grabaron dos simples. El primero de ellos como “Las Satánicas”, a través del sello Music Hall, con las canciones “Volveremos a encontrarnos”, de la autoría de Iris, y “Muchachita enamorada”. El segundo, bajo el nombre “The Satanic Girls” por el sello Odeón (1972) con las canciones “El ruido continúa” y “Bandido”.
Lo cierto es que para 1972 la banda de Las Satánicas llegaba a su fin. Cuestiones personales y económicas precipitaron la ruptura. Algunas de ellas volvieron a Europa. Se sabe que Iris se enamoró de un chileno y se casó. Vlasta durante todo ese año, acompañó en el teclado a la banda de Las Rebeldes. “Las Satánicas, ¡un conjunto que se sonaba todo, todo! ¡Una barbaridad!”, recuerda Nony Romero, fundadora de Las Rebeldes.

Las integrantes de Las Satánicas vivirán en distintas partes del mundo y tardarán 45 años en volver a reunirse, en ocasión de un film documental checo sobre su historia. Se trata de “Satanic Girls: Women on the Move”, realizado entre 2017 y 2019, por la compañía productora Telekinetic y con la dirección de Bohdan Bláhovec, que se proyectó en salas under del país de origen de estas músicas.

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