Poggi afirmó que durante su mandato se implementaría por primera vez un control psicológico para los aspirantes a la fuerza, lo que provocó una rápida respuesta de quienes conocen el funcionamiento interno de la institución.

El reciente doble filicidio en Juana Koslay, perpetrado por la subinspectora Marina Silva, ha puesto en la mira a la Policía provincial y sus procesos de selección. Este trágico hecho, en el que Silva asesinó a sus dos hijos, ha despertado numerosas interrogantes sobre la estabilidad mental de quienes portan armas y desempeñan funciones de seguridad en la provincia.

En medio de este desconcierto, Poggi declaró que nunca se realizaron controles psicológicos a los aspirantes a la Policía en San Luis, pero que con su gestión eso cambiaría. Sin embargo, quienes han tenido algún vínculo con la fuerza, ya sea como aspirantes, familiares de efectivos o exmiembros, desmintieron sus dichos, señalando que siempre fue un requisito obligatorio.

Según estas fuentes, para ingresar a la Policía de San Luis siempre se ha requerido un certificado psicológico, además del físico, ya que “es necesario estar bien de cuerpo y mente” para formar parte de la institución. Asimismo, explicaron que cada cuatro años, al realizar cursos de ascenso, los efectivos deben someterse nuevamente a un examen psicológico.

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