Se caracteriza por la presencia de síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad que son persistentes y que interfieren con el funcionamiento diario y el desarrollo adecuado de una persona.
Los síntomas del TDAH pueden variar, pero generalmente se dividen en tres categorías:
1. Inatención: Dificultad para prestar atención a los detalles, problemas para mantener el enfoque en tareas o actividades, dificultad para seguir instrucciones y tendencia a perder objetos importantes.
2. Hiperactividad: Inquietud motora, dificultad para quedarse quieto, hablar en exceso, dificultad para jugar o participar en actividades de manera tranquila y sensación de estar "siempre en movimiento".
3. Impulsividad: Actuar sin pensar en las consecuencias, interrumpir a otros, dificultad para esperar su turno, tomar decisiones rápidas sin considerar completamente las opciones.
El TDAH puede afectar el rendimiento académico, las relaciones interpersonales y la autoestima de una persona. Puede tener un impacto significativo en diferentes áreas de la vida, incluyendo el trabajo, la familia y las amistades.
El tratamiento del TDAH puede involucrar una combinación de enfoques, que pueden incluir:
1. Terapia conductual: Se enfoca en ayudar a la persona a desarrollar habilidades para manejar los síntomas del TDAH, mejorar la organización y la planificación, y promover estrategias de autorregulación.
2. Medicación: En algunos casos, se pueden prescribir medicamentos estimulantes, como el metilfenidato o la anfetamina, para reducir los síntomas del TDAH y mejorar la capacidad de atención y el control impulsivo. Sin embargo, el uso de medicamentos debe ser supervisado por un médico.
3. Apoyo educativo: Puede incluir adaptaciones en el entorno escolar, estrategias de enseñanza especializadas, tutorías y apoyo individualizado para ayudar a la persona con TDAH a alcanzar su máximo potencial académico.
4. Apoyo psicoterapéutico: La terapia individual o familiar puede ayudar a abordar los desafíos emocionales relacionados con el TDAH, mejorar la autoestima y promover estrategias de afrontamiento saludables.
Es importante destacar que el tratamiento del TDAH debe ser individualizado y adaptado a las necesidades específicas de cada persona. Es fundamental contar con la evaluación y el seguimiento de profesionales de la salud mental, como médicos, psicólogos o psiquiatras, para determinar el enfoque más adecuado.