Síntomas:
Los síntomas y características del TGD-NE pueden variar ampliamente entre los individuos, ya que se trata de un diagnóstico general y abarcativo. Algunos síntomas comunes pueden incluir:
1. Dificultades en la comunicación y el lenguaje, como retraso en el desarrollo del habla, dificultad para mantener conversaciones o uso inusual del lenguaje.
2. Dificultades en la interacción social, como dificultad para establecer relaciones, falta de reciprocidad emocional o habilidades sociales limitadas.
3. Patrones de comportamiento repetitivos o estereotipados.
4. Intereses restringidos y obsesivos en determinados temas.
5. Sensibilidad sensorial, es decir, hipersensibilidad o hiposensibilidad a estímulos sensoriales.
Causas:
Las causas exactas del TGD-NE no están claras, pero se cree que puede haber una combinación de factores genéticos, ambientales y neurobiológicos. Algunos factores que se han asociado con el desarrollo de los trastornos del espectro autista, y que podrían estar también presentes en el TGD-NE, son:
1. Factores genéticos: Existe evidencia de que ciertos genes pueden estar relacionados con un mayor riesgo de desarrollar trastornos del espectro autista, incluyendo el TGD-NE. Sin embargo, no se ha identificado un gen específico para este trastorno.
2. Factores ambientales: Algunos factores ambientales, como la exposición prenatal a sustancias tóxicas o infecciones, pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos del espectro autista, aunque no está claro si estos factores también están relacionados con el TGD-NE.
Tratamientos:
El tratamiento del TGD-NE se basa en las necesidades individuales de cada persona y se enfoca en abordar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Algunas intervenciones que pueden ser beneficiosas incluyen:
1. Terapia conductual: La terapia conductual, como la terapia de comportamiento aplicada (ABA), puede ayudar a mejorar las habilidades de comunicación, interacción social y reducir comportamientos problemáticos.
2. Terapia del habla y lenguaje: Esta terapia se enfoca en mejorar las habilidades de comunicación y el lenguaje expresivo y receptivo.
3. Terapia ocupacional: La terapia ocupacional puede ayudar a abordar dificultades sensoriales, mejorar las habilidades motoras y fomentar la independencia en las actividades de la vida diaria.
4. Apoyo educativo: Un entorno educativo estructurado y adaptado a las necesidades individuales puede ser fundamental para los niños con TGD-NE. Los programas educativos individualizados y el apoyo de educadores especializados pueden ser de gran ayuda.
Es importante tener en cuenta que cada individuo es único y puede responder