A diferencia del año pasado, en la edición que comenzó este lunes los artistas recorrerán los barrios de la ciudad y estarán toda la semana coloreando las paredes de la periferia, una idea que tiene la doble intención de embellecer las calles de las afueras y de que los artistas tengan contacto con los vecinos de toda la ciudad.

Unos 50 muralistas venidos de muchas provincias argentinas (Córdoba, Misiones, Mendoza y Buenos Aires son solo algunas), de países vecinos como Chile y Uruguay y otros más alejados como Panamá y Rusia —que tiene una simpática representante— conforman la selección que el Programa Pinta San Luis hizo de entre 200 proyectos presentados durante el año.

Antes de que la comparsa alegre y multicolor de muralistas y grafiteros se dispersara por los barrios puntanos, el Centro Cultural "José La Vía" contuvo el acto de apertura, que contó con la presencia de funcionarios municipales y provinciales. Todos ponderaron la iniciativa y celebraron anticipadamente el hecho de que las obras les darán un nuevo panorama a los centros urbanos.

El mapa de los sitios donde estarán los muralistas y grafiteros trabajando se puede encontrar en las redes sociales de Pinta San Luis, pero prácticamente todas las zonas de la ciudad son abarcadas por el encuentro.

Entre los temas que los pintores tendrán que exponer y que presentaron en las maquetas que fueron seleccionadas están la conciencia ambiental; los derechos humanos y la identidad cultural; la mujer, género y diversidad; San Luis, miles de escenarios; el cine argentino y el prometedor sorpresas surrealistas.

“Estamos muy contentos de recibir a estos artistas y esperamos que se sientan bien en su estadía en la provincia y podamos disfrutar de todos los colores que nos dejarán en estos días”, dijo Emilio Maraboli, jefe de Pinta San Luis.

El programa gubernamental provee a los muralistas del material, las herramientas, los traslados y el hospedaje, además de realizar un pago en efectivo por el trabajo.

Este año, además, la propuesta se amplió a artistas emergentes, sin tanto recorrido en las artes, que tendrán a cargo la realización de diez “murales chicos”, de 5 por 10 metros cuadrados. Los profesionales más reconocidos dejarán por toda la ciudad 28 murales de 40 por 60 metros cuadrados.

"La experiencia nos ha demostrado que estas intervenciones transforman espacios opacos en lugares visibles y les dan vida, permiten generar una sensación de identidad en la zona y, muchas veces, comunican conceptos de valor hacia la sociedad", concluyó el jefe de Pinta San Luis en la jornada inicial.