Se trata de una distinción que tiene como objetivo visibilizar experiencias y roles de la actividad turística en el desarrollo local desde sus dimensiones sociales, ambientales y económicas, y La Carolina fue postulada a través de la gestión de la Secretaría de Turismo puntana y el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación.
“Best Tourism Villages” reconoce destinos de turismo rural (en esta edición fueron 54 de todo el mundo) con activos culturales y naturales acreditados, un compromiso con la preservación de los valores comunitarios y un compromiso claro con la innovación y la sostenibilidad en las dimensiones económica, social y ambiental, según se explica en la página web la OMT.
Las localidades deben tener baja densidad demográfica (hasta 15 mil habitantes), estar situados en un paisaje natural y/o cultural característico y compartir valores y estilos de vida propios de la región puestos en valor turístico.
El pueblo de La Carolina es una larga callecita empedrada que sube y se pierde entre cerros, rodeada de casas de piedra que conservan el estilo colonial y la nostalgia de haber sido cuna de los míticos buscadores de oro.
Hoy, convertido en uno de los principales atractivos turísticos de San Luis, el lugar atrae a grandes y chicos por sus opciones: expediciones al interior de las minas, visitas a la Iglesia de piedra, cabalgatas, recorrida por la gruta con pinturas rupestres y la histórica Casa de Juan Crisóstomo Lafinur, actualmente Museo de la Poesía Manuscrita, todo en conjunción con una gastronomía autóctona.
Con poco más de 300 habitantes, recostado al pie del Cerro Tomolasta, a una altura de más 1600 metros sobre el nivel del mar y en el centro mismo de las sierras sanluiseñas, recorren el pueblo en forma de cuña dos cauces de agua, el Río Amarillo y el río Las Invernadas, que se unen formando el río Grande.
Al conocerse el reconocimiento, el secretario de Turismo de San Luis, Luis Macagno, destacó que es un "gran orgullo" para la provincia y para La Carolina esta distinción, que calificó como "la más importante que se otorga a un destino a nivel global", al tiempo que refirió que "se trabajó mucho en la presentación".
"Confiábamos en que La Carolina iba a tener una posición destacada, pero nunca esta nivel de reconocimiento por parte de la OMT. Hoy es un antes y un después para el turismo de San Luis”, sostuvo el funcionario puntano.
“Este pueblo de altura y calles empedradas fue el epicentro de la fiebre del oro en Argentina durante los siglos XVIII y XIX, primero con los españoles, luego con los ingleses, quienes agotaron los recursos de sus montañas dejando un pasivo ambiental en la región”, detalló Macagno.
El funcionario agregó que “afortunadamente de la mano del turismo sustentable, rescatando y poniendo en valor su maravillosa historia, La Carolina supo crecer y generar desarrollo y oportunidades para su gente, y hoy la cultura minera atraviesa todo el lugar, con las minas abandonadas que se pueden visitar, buscar oro de manera artesanal en su Río Amarillo, con sus pirqueros que, con su oficio ancestral siguen construyendo en piedra casas y pircas por toda la zona”.
Además de La Carolina, fueron distinguidos con el “Best Tourism Villages” otros 54 pueblos del mundo.