En los últimos seis meses, desde el retorno de Claudio Poggi al poder, el hospital ha visto una renuncia masiva de profesionales médicos debido a la falta de pago, la cancelación de cirugías y la carencia de equipos esenciales como la máquina de rayos X.
Hace ocho años, durante la gestión anterior de Poggi, la salud pública de San Luis ya había mostrado signos de deterioro. Hoy, bajo su administración nuevamente, la situación parece haber alcanzado un punto crítico. Los vecinos, pacientes y el escaso personal médico que permanece en el hospital han compartido sus preocupaciones y relatos de primera mano con El Diario de la República, destacando la falta de personal, recursos e insumos.
La raíz del problema es la falta de médicos. Los profesionales que facturan como monotributistas, debido a la negativa del Gobierno de incluirlos en la Carrera Sanitaria, han renunciado tras esperar infructuosamente sus pagos. “No hay médicos. Por eso se cancelaron las cirugías programadas. No se opera a nadie. Solo se hacen las muy urgentes”, comentó una paciente.
Los problemas no terminan en el quirófano. Equipos esenciales están fuera de servicio, afectando la capacidad del hospital para realizar procedimientos básicos. “No se hacen más ecografías de ninguna índole. Se rompió la máquina por el propio uso y quedó abandonada. Por eso se descartan todos los pedidos que llegan. Los pacientes tienen que irse a la faz privada y viajar”, mencionó otra fuente.
La esterilizadora del material quirúrgico también está inoperativa, impidiendo la realización de operaciones necesarias. “Necesitaba operarme y no pueden hacerlo porque la máquina con la que esterilizan el material no anda. Está rota. Es el colmo. Ni eso funciona”, expresó una paciente con frustración.
Otro signo de la decadencia del hospital es la incapacidad de realizar radiografías. El mecanismo de los rayos X está completamente roto, lo que ha obligado al hospital a derivar las emergencias a otros centros de salud. Este colapso en el servicio es una muestra más de la gestión ineficaz de Poggi y su equipo.
La situación en el Hospital Catalina Rodríguez no solo refleja un problema de gestión, sino una profunda falta de empatía hacia la población. Mientras que los recortes y ajustes son la norma, los recursos parecen estar disponibles para nombramientos y favores políticos. Para los ciudadanos de San Luis, esta crisis sanitaria es inaceptable y exige una respuesta inmediata y efectiva por parte del gobierno.
La comunidad de Merlo espera que las autoridades tomen cartas en el asunto y brinden las soluciones necesarias para restaurar la operatividad y el prestigio del hospital. La salud de la población no puede seguir siendo víctima de una administración ineficiente y desinteresada.