Por Matías de Rioja
¿En serio, le van a echar la culpa a los maestros?
¿En serio, esta miseria ética?
¿En serio, intentan imponer la dialéctica estúpida de que de un lado están “los maestros victimarios” y del otro “los pibes víctimas”?
¿En serio, dirán "los pibes" con ese decir vacuo y superficial que los ubica siempre en el lugar de ignorantes y no de sujetos críticos?
¿En serio, no se detendrán un momento a reflexionar que la educación es mucho más que un binomio de alumnos y maestros?
¿En serio, mientras les recortan la jubilación a los abuelos de esos pibes
y a diario cierran las fábricas donde laburan sus padres y sus madres
y como corolario de lo siniestro,
el aumento desorbitante de las tarifas
vuelve cada vez más difícil la vida de esos mismos pibes,
van a caer en el perverso desplazamiento de poner la culpa en los maestros?
¿En serio, ese cinismo?
¿No hay un límite amoroso que los mueva y los conmueva a ponerse un rato en los pies del otro laburante?
¿Seguirán demonizándolos para usarlos de chivos expiatorios de políticas cada vez más hostiles para los que todos los días pelean el mango?
¿En serio, no se detendrán?
¿En serio, creen que dar clases es dar una limosna?
¿Que es caridad?
¿Que el deseo es lo mismo que la voluntad?
¿En serio, en el mismo país que fusilaron a Carlos Fuentealba,
el maestro que se volvió bandera,
en el país "del algo habrán hecho"
seguirán sosteniendo que el problema son los maestros?
¿En serio, argumentarán que el problema es del color de la camiseta política y no del ejercicio de lo político?
¿En serio, con los maestros?
¿En serio, esa moralidad idiota?
¿Hay algún límite?
¿En serio?