Durante la audiencia del viernes, un amigo y un hermano del acusado testificaron, afirmando que Johana Galdeano, la víctima, agredía verbal y físicamente a Solalinde, llegando a amenazarlo en varias ocasiones.
Los testigos describieron episodios en los que Galdeano trataba al acusado de "negro de m..." y "basura", y relataban cómo ella provocaba y agredía a Solalinde para desencadenar una reacción violenta de su parte. La defensa busca con estos testimonios y otras pruebas, como audios y videos, demostrar que Solalinde estaba sometido a una relación violenta y tóxica, en la que era constantemente agredido y amenazado por Galdeano.
Una bióloga molecular, que testificó mediante videollamada, confirmó que había rastros de sangre de Galdeano en un cuchillo y en la ropa de Solalinde, lo que complica la defensa del acusado.
La audiencia también incluyó el testimonio de una psicóloga, quien describió la relación entre Solalinde y Galdeano como "tóxica" y explicó que personas con baja tolerancia a la frustración podrían reaccionar con "ira o bronca" en situaciones puntuales, sin medir las consecuencias de sus actos. Este argumento apoya la tesis de la defensa de que el acusado actuó bajo presión psicológica y emocional.