El Peronismo de Mercedes y de la Provincia, necesita de una Dirección Política producto del debate, y no de los autodirigentes o los designados a dedo, sino de las bases, en pequeñas asambleas barriales, sindicales y de compañeros en contextos básicos y pequeños, cuya participación sea amplia, masiva, inclusiva y absolutamente libre, de modo que todos puedan exponer, escucharse, debatir y decidir sobre objetivos concretos, delimitados a sus necesidades, demandas y problemas propios de sus contextos. Contextos bien concretos, que tienen que ser necesariamente colegiados para evitar los pseudodirigentes que siempre se ponen a la cabeza persiguiendo intereses personales; contextos que sean comunitarios y solidarios, únicos lugares desde donde saldrán las ideas y acciones que se socializarán con otros contextos y ámbitos de la comunidad de Mercedes y de la Provincia. Y decimos evitar pseudodirigentes para demostrar que es posible una dirección política colegiada, comunitaria, solidaria, cuya única función será la de coordinar y encauzar las demandas populares. El que no quiere solidaridad y comunidad, que no participe. El que no esté dispuesto a pelear por sus derechos, que se quede en su casa.
El Peronismo de Mercedes y de la Provincia necesita reconstruir su identidad con las bases, sin necesidad de los dirigentes de la burocracia política, aquellos que han preferido aplaudir antes que discutir, que no han hecho sino aceptar obsecuentemente candidatos digitados, quitándole al peronismo y a la población el derecho a deliberar, a decidir y a elegir por su cuenta.
Las Agrupaciones Políticas, a través de las cuales se ha expresado la militancia oficialista, han sido cómplices de la destrucción del Peronismo, por lo cual es aconsejable que se olviden de revalidar su representación popular en dichos debates y asambleas barriales, vecinales, sindicales y de contextos, porque se han transformado sólo en sellos que no han hecho más que sostener a la burocracia política y sindical actual. Deben dar lugar a la organización libre y espontánea de los ciudadanos sin estorbar, y a los propios órganos que surjan del debate de la población. Que estemos todos, pero no los mismos de siempre.
El Peronismo de Mercedes y de la Provincia, necesita empoderarse de los derechos que le identifican con el pueblo y los trabajadores, con acciones de justicia social que siempre caracterizó al Peronismo: gobernar con todos y para todos, incluyendo a sectores progresistas y de buena voluntad para un Mercedes y una Provincia que pueda atender necesidades y demandas olvidadas y ocultadas por eufemismos, cuya justificación no alcanza para disimular la falta de salud, educación, seguridad, vivienda, telecomunicaciones –hoy derechos universales-, y la oportunidad de progresar integrando a sus habitantes en un sueño posible en común, pero con la participación y el autogobierno de todos. No dejar nunca más, los sueños de los sanluiseños en manos de unos pocos, y menos de una familia. Ello implica lucha, exigencia, participación y organización no sólo del Justicialismo, no sólo del Peronismo, sino de la población en general, que hoy carece de opciones populares realistas y ampliamente democráticas y participativas, que garanticen el control popular de cualquier gobierno que se considere justo.
El Peronismo de Mercedes y de la Provincia tiene que romper con la aparente polarización de más de lo mismo. ¿Alberto Rodríguez Saá ó Claudio Poggi? Es más de lo mismo. Uno, nos comprime con su burocracia política al continuismo de una sola voz, que decide sin preguntar por todos; el otro, trae consigo la alianza con el Neoliberalismo porteño junto a un sector que reniega de lo popular y que genera desconfianza, cuando por Mercedes y la Provincia somos responsables todos, y si buscamos un proyecto en común para Mercedes y la Provincia, hay que construirlo desde un Movimiento que nos contenga.