El cambio hacia lo nuevo, por el cual optó la sociedad argentina, parece ser en realidad lo mismo que siempre fué . La llegada de un sector dominante a la cúspide del Gobierno Nacional para repartir negocios entre amigos que no profesan ninguna ideología política ni poseen militancia social comprometida. Es lo que mostraron en la campaña. Es lo que dijeron que van a hacer al momento de llegar al poder. En eso son sinceros, y como tal, el electorado esta vez no podrá decir "yo no los voté". Esa es a mi entender la principal carácterística de este modelo político que maneja los destinos del país a partir de anoche. Siempre se dijo que se pregona el achicamiento del estado y la libertad de mercados. Ahora todo está en sus manos. Y no parecen lentos para cumplir lo prometido en campaña.

El gobierno en tanto pecó de tibio. Nunca supo como ni cuando. Si hubiera demostrado un poco de capacidad de escuchar las demandas sociales y actuar en consecuencia, las cosas serían distintas. La pérdida en casi todos los distritos excepto Formosa, Santiago del Estero y provincia de Buenos Aires pone al peronismo en una etapa de reformulación y reacomodamientos internos. La única imagen que se salva del oficialismo justicialista es la de Axel Kicillof quien está ante su gran oportunidad tanto de gestión como de cintura política.

En nuestra provincia y particularmente en nuestra ciudad el apoyo a Milei fué categórico: 214.697 votos ( 67,98% ) para La Libertad Avanza frente a los 101.113 (32,02%) obtenidos por Unión por la Patria. La provincia se ubica entre las que más apoyo dieron a las propuestas libertarias en el total país. En tanto en Villa Mercedes es aún más notoria la diferencia. El presidente electo obtiene el 73,01% con una cantidad de 58.557 votos. Sergio Massa solo cosechó el 26.99% del total con el  21.643 de sufragios.

Ahora a esperar, en 10 de Diciembre asumen nuevo Presidente y nuevo Gobernador. La suerte está hechada. Esperemos equivocarnos en los augurios que nuestra memoria nos permite imaginar.