Si analizamos que la empresa ACINDAR tiene en nuestra ciudad cuatro plantas, es entendible la preocupación tanto del sector empresarial como del gremio que nuclea a los trabajadores metalúrgicos. El descenso del consumo interno del acero como así también la paralización de la obra pública nacional son todos aspectos que ponen en jaque a este sector productivo.
La palabra del gremialista intenta clarificar el complejo panorama, al tiempo que analiza las particularidades de la situación.
Aquí la entrevista completa: