«Por su lucha contra el racismo y la violencia por motivos raciales», exclamó el diputado socialista noruego, Petter Eide, al declarar el movimiento Black Lives Matter como un potencial candidato para el Premio Nobel de la Paz de 2021.
Black Lives Matter fue originado dentro de la comunidad afroamericana para combatir el racismo, dando como resultado un movimiento de protesta antirracista. El punto de culminación fue posterior a la matanza de George Floyd (mayo de 2020), un ciudadano afroamericano que se encontraba desarmado, a manos de un policía blanco.
Los hechos pusieron en evidencia lo que denominan racismo sistémico, en complicidad con la brutalidad policial, lo cual en la actualidad sigue sucediendo de manera incesable, en cualquier lugar Estados Unidos.
«El llamado de BLM para un cambio sistémico se ha extendido por todo el mundo, obligando a otros países a lidiar con el racismo dentro de sus propias sociedades», dijo Eide, haciendo énfasis en que el antirracismo está directamente vinculado al trabajo por la paz, ya que el racismo «crea conflictos entre países».
No obstante, tras el anuncio de la nominación surgieron oponentes, declarando que BLM es una organización violenta. De esta manera, se suman a los mismos argumentos impuestos durante la entrega del premio Nobel a Martin Luther King (1964) o a Mandela (1993), a lo que Eide responde: «No es un argumento fuerte. Si algunos elementos del movimiento pudieron haber sido violentos, eso no es motivo para culpar a todo el movimiento».
Además, no se pueden ignorar los datos concretos, mostrados en el informe del Proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos Armados (2020), en el cual se demostró que aproximadamente el 93% de las protestas por la justicia racial en los E.U.A han sido pacíficas y no destructivas, desde la muerte de George Floyd.
Historia detrás del Black Lives Matter
Los inicios datan de 2012, a través de un hashtag que alegaba justicia y tenía intenciones de viralizarse en las redes sociales, después de la muerte a tiros de Trayvon Martin. El joven de raza negra tenía tan sólo 17 años de edad y fue asesinado por un capitán de vigilancia de la comunidad de Stanford, Florida, quien alegó haber disparado contra la víctima en defensa propia.
George Zimmerman, el agresor y asesino, fue absuelto del caso tras finalizar el juicio, originando el movimiento Black Lives Matter como respuesta a dicha impunidad respaldada por la ley, además de la violación de los derechos de los ciudadanos y la protección civil.
Años después, tras el incidente de George Floyd, el movimiento obtuvo más fuerza y se convirtió en un conflicto social que pone el nombre de Black Lives Matter en alto, incrementando su influencia a nivel mundial.
La frase que da nombre al movimiento fue escrita en una carta abierta a la comunidad negra, tras la muerte de Martin. La escritora se llama Alicia Garza, una mujer de raza negra radicada en California, y Patrisse Khan-Cullors, cofundadora del colectivo, convirtió la frase en el hashtag que luego fue difundido de manera masiva.
La organización mantiene su misión por erradicar la supremacía blanca y tener un rol a través del poder local en la violencia infringida en las comunidades negras, tanto por el Estado como los vigilantes. Se ha diversificado con delegaciones en todo el mundo y ha realizado diferentes acciones de protesta en todo Estados Unidos.
Petter Eide, quien ha representado al partido de Izquierda Socialista en el parlamento, desde 2017, ha confesado que ve en Black Lives Matter un legado del movimiento de derechos civiles en Estados Unidos. Apoya irrefutablemente dicha causa e invita a la gente a unirse a este llamado global que busca ponerle fin a la injusticia racial, económica y la supremacía blanca.
El ganador será elegido en octubre y la ceremonia de premiación está programada para el 10 de diciembre.
Fuente:rollingstone.com