Mientras nuestros comprovincianos sufren el déficit de vivienda, la inestabilidad laboral, el desamparo del Plan de Inclusión, el descontrol de precios frente a la indiferencia municipal y provincial que ni siquiera hace el esfuerzo para acordar con los proveedores de energía, alimentos e insumos básicos para nuestra provincia precios accesibles para la canasta familiar, los obstáculos puestos a nuestros Miniemprendedores o de la Economía Doméstica para organizarse en Cooperativas o acceder a los beneficios de Planes Nacionales para mejorar su nivel de ingresos, o el aumento de impuestos municipales sin consultar e informar a los ciudadanos públicamente, todo ello frente a la abulia y chatura política que no permite la discusión, el debate, nuevas ideas, y sólo aplaude la propaganda oficialista de obras públicas no consensuadas por la población, mientras se siguen tercerizando servicios de salud, decidiendo unilateralmente por encima de paritarias sin perspectiva de que se acepten los planteos, ignorando, además, demandas y problemáticas reales y propias de cada ciudad, como le sucede a Villa Mercedes y al Departamento Pedernera con el Ferrocarril, ignorándosela por completo, inconsultamente, olvidándosela una vez más, y pensando en cambio en pingües negocios gastronómicos o artísticos… mientras se permite que se siga decidiendo desde San Luis Capital la economía y la política de la ciudad.
Parece que ante la ceguera de lo que siente, sufre y demanda la población, los gobiernos provincial y municipal no comprenden que se han instalado en un tobogán de caída libre. Y nada hacen para revertir esa situación.
No es con aplausos ni obsecuencia a nuestros gobernantes que saldremos del atolladero. No es ignorando la inteligencia y los aportes de la militancia de buena voluntad que se atreve a decir, a insistir a nuestros gobernantes hacia dónde van con esta peligrosa política. El continuismo y la sordera no sólo lleva a las derrotas y al fracaso, sino a perjudicar a toda la población dejándola sin opciones y en manos de la incertidumbre de quien promete que con el neoliberalismo estaremos mejor, cuando hasta hace poco a nivel nacional lo hemos sufrido y lo venimos sufriendo por falta de valentía de nuestros gobernantes.
¿Cuándo tendremos la valentía de luchar por nuestra dignidad de personas merecedoras de transparencia, democracia, libertad, justicia social para todos sin que nadie absolutamente quede excluido, y que podamos en comunidad y solidariamente ser protagonistas de nuestro destino? ¿De gobernarnos a nosotros mismos? ¿Sin odios ni resentimientos, sin hipocresías ni cobardías?
PAREMOS LA CRISIS DE CREDIBILIDAD POLÍTICA EN LA PROVINCIA Y EN MERCEDES. HABLEMOS TODOS. QUE HABLE EL PUEBLO.
