La investigación que llevó a la caída de Kiczka comenzó el 28 de febrero, cuando un grupo especializado de la Policía de Misiones allanó las casas de ambos hermanos en la localidad de Apóstoles, en el sur de la provincia. Este operativo se realizó en el marco de una investigación internacional sobre la distribución de material sexual infantil. Durante el allanamiento, las autoridades confiscaron una decena de celulares y notebooks que fueron sometidos a un análisis exhaustivo.

Los resultados de los peritajes realizados en los dispositivos de los Kiczka revelaron un hallazgo escalofriante: fotos, videos y chats que contenían material de una perversión extrema. Entre los archivos, se encontraron videos donde menores de edad eran sometidos a abusos sexuales y chats en los que los acusados discutían situaciones que podrían constituir violaciones.

Uno de los descubrimientos más impactantes fue realizado en una notebook marca Acer perteneciente a Germán Kiczka, donde se hallaron videos de una joven que, según sus propias palabras en los videos, tenía 16 años. Además, los peritos encontraron en el celular de Sebastián Kiczka conversaciones de WhatsApp con contenido tan grave como los videos mismos.

La magnitud de la evidencia ha conmocionado al ámbito político y social de Misiones, mientras la justicia argentina continúa con la búsqueda internacional de los hermanos. La situación de Germán Kiczka es aún más delicada, ya que perdió sus fueros legislativos debido a las acusaciones en su contra, lo que lo deja vulnerable a ser arrestado en caso de ser localizado.

Las autoridades están trabajando en cooperación con organismos internacionales para dar con el paradero de los hermanos, quienes, según las investigaciones preliminares, podrían estar escondidos en España, lo que añade una capa de complejidad a la ya grave situación.