En estos días, en miles de colegios, se presentarán actos escolares con niñitos pintados de negros. Dirán sus rimas, y los padres sacarán muchas fotos que subirán al face con leyendas del tipo "Qué linda mi princesa" o " Qué grande estás!". Y todo queda ahí..como si se tratara de mostrar qué bonito y distinto era todo antes. Y la foto, claro.
¿Les parece mucho?
Para nada. Sólo debemos tener plena conciencia de los valores musicales y poéticos que tiene esta, nuestra máxima expresión musical cuyana; como también saber de su historia, de su nacimiento allá por los 1800.
Sabemos, los tenemos en claro y casi que lo sufrimos, de esa especie de discriminación que nuestra “Señora de Cuyo” sufre en ambientes artísticos musicales del país. ¿Por qué pasa esto? Quizás por el ser tranquilo, reservado y modesto de nuestra gente. Quizás por ser intimista, familiera, no “festivalera”. Que tenga más de disfrute musical poético que de alegría bailable. Quizás, porque estos tiempos no se llevan bien con el romanticismo propio de “nuestra señora de Cuyo”.
Quizás porque … tantas otras cosas que debemos dejar investiguen y alumbren los sociólogos e historiadores de la música.
En este aquí ahora, los cuyanos debemos tener conciencia de los valores de nuestra historia cultural y musical. Valores que sin querer menoscabar los de otras regiones, nos son propios y en algunos aspectos únicos e irrepetibles. Como la interpretación con guitarras, guitarrón, requinto en una verdadera orquesta de guitarras; si bien acepta otros aportes instrumentales, con pleno respeto a su identidad.
Tiene además algo único en la música popular del mundo: el cogollo, amable, respetuoso, afectivo, a veces pícaro, nunca grosero.
Insisto, el cogollo es propio y exclusivo de la tonada cuyana. Único en el mundo. Eso es un legítimo orgullo de la cuyanía musical.
De ahí que es necesario que protejamos este patrimonio musical que nos ha sido legado. La mejor forma de hacerlo es conociéndolo a fondo y difundiendo a los cuatros vientos de la patria y del mundo musical sus características. No en forma de “guerra cultural” contra otras expresiones, sino simplemente, compartiendo, enseñando, transmitiendo su historia, su expresividad, su temática, sus “punteos y cogollos”, sus distintas formas.
Así es como surgió la idea de llevarla a que sea reconocida como
PATRIMONIO CULTURAL INTANGIBLE DE ARGENTINA.
Para luego ir a la UNESCO, para que sea
PATRIMONIO CULTURAL INTANGIBLE DE LA HUMANIDAD.
Logro este último que le dará un reconocimiento imposible de ignorar o de postergar, al tiempo que la protege de lo que pueda amenazarla, al tiempo que abre la puerta de más trabajo en lo cultural y en lo turístico en la región.
Argentina ya logró ese reconocimiento mundial para el tango, el fileteado y el chamamé. Nuestra tonada no les va en zaga en calidad y merecimientos para lograrlo. Sólo debemos encontrarnos en unidad con el empuje y la persistencia necesarias.
Esta movida comenzó en 2020, se frenó a raíz de la pandemia y su cuarentena. No obstante, en diciembre de ese año la Universidad Nacional de San Luis la declaró así por ordenanza en su ámbito. Lo mismo hizo también por ordenanza la Municipalidad de Villa Mercedes. Ya en 2021 San Luis y San Juan aprobaron leyes provinciales en esa misma línea. Mendoza tiene una ley así desde 2006.
Debemos lograr para que los tres gobiernos cuyanos den el paso imprescindible de lograr el registro de nuestra tonada, en el relevamiento de Bienes Culturales Inmateriales que hace el Ministerio de Cultura de la Nación. Es un trámite que se hace a través de un sencillo formulario que se envía por correo electrónico. Es de rápida resolución, si lo hace. No debiera prolongarse esa demora.
Ese trámite fue hecho en forma individual por unas treinta personas de las tres provincias, la ONG PIRCAS de San Luis y unos cuantos cuyanos radicados en otras provincias. Pero desde el Ministerio de Cultura de la Nación se nos dijo que esa gestión debe ser efectuada por los gobiernos provinciales. Aún no se hizo.
Luego, los gobiernos provinciales deben trabajar en conjunto, junto con todas las instituciones culturales oficiales y particulares de la región, para satisfacer las exigencias de UNESCO, tarea que puede llevar hasta tres años.
Mientras, los cuyanos todos y quienes aman nuestra tonada vivan donde vivan, debemos convertirnos en portadores de esta iniciativa y de la tonada misma. Difundiendo, explicando, multiplicando el mensaje y la idea.
Por lo pronto, necesitamos contar con el más amplio registro de intérpretes, poetas y músicos, programas de radio y TV, docentes, academias, etc.; para poder establecer una permanente vía de comunicación que ayude y fortalezca esta movida.
Hasta que tengamos una organización más completa, me responsabilizo de recibir toda esta información concerniente a San Luis y provincias no cuyanas.
Espero que haya voluntarios para hacerse cargo de esta tarea en Mendoza y San Juan. De no lograrlo, asumiré también eso.
Esto de lograr que UNESCO reconozca a nuestra tonada cuyana como
PATRIMONIO CULTURAL INTANGIBLE DE LA HUMANIDAD
es un hermoso sueño, que se puede lograr con nuestro trabajo y el de nuestros gobiernos.
Les invito a sumarse entusiastamente a esta tarea.
Espero sus noticias y aportes en
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En un acto lleno de buena energía, hermandad y paz, el gobernador de San Luis, junto al ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, e integrantes de la comunidad, anunció la restitución de 3.000 hectáreas de Sierra de las Quijadas a la Comunidad Huarpe de Guanacache, quienes además tendrán a su cargo el emprendimiento gastronómico “Posta del Cuyum”, un parador donde se ofrece gastronomía típica y artesanías.
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