En su discurso, destacó que este presupuesto será el “más radicalmente distinto de este siglo” y dejó un claro mensaje a los gobernadores: para garantizar la baja del gasto público consolidado y el crecimiento del país, las provincias deberán realizar un ajuste de 60 mil millones de dólares.

Durante la presentación, marcada por la ausencia de varios legisladores opositores, Milei reafirmó su política económica y su decisión de vetar cualquier ley que ponga en riesgo el equilibrio fiscal. "Todo gasto que sea creado y no explique de qué partida presupuestaria existente va a salir, será vetado", aseguró.

El Presidente subrayó que la reducción del riesgo país contribuirá al ahorro y al aumento del salario real, lo que, según él, es la única forma de reducir la pobreza e indigencia. También arremetió contra el déficit fiscal, señalando que "no hay nada más empobrecedor y que enriquezca más a los políticos".

Milei criticó la justicia social, llamándola "extremadamente violenta" y basada en principios inconsistentes, y reafirmó su postura de reducir el rol del Estado en la economía, comparándolo con un mafioso que ofrece soluciones a problemas que él mismo creó.

En cuanto al ajuste solicitado a las provincias, Milei fue categórico: "Nosotros ya hemos cumplido nuestra parte del acuerdo. Ahora faltan ustedes". El mandatario advirtió que la ciudadanía juzgará a los gobernadores por su manejo del gasto público y les sugirió que el ahorro podría traducirse en una reducción de impuestos locales, como Ingresos Brutos.

Finalmente, destacó que Argentina cerrará el primer año con superávit fiscal sin caer en default, algo que definió como un hecho histórico. Al referirse al presupuesto, Milei lo calificó como "diametralmente distinto" a lo que el país ha visto antes y reafirmó su compromiso de "ponerle un cepo al Estado", con la promesa de que este proyecto cambiará la historia del país.

Tres ejes del Presupuesto 2025

El presidente también detalló los tres ejes fundamentales que sustentan el proyecto de Presupuesto 2025:

- Equilibrio fiscal: El presupuesto garantizará un déficit cero, eliminando la deuda y la emisión.
- Responsabilidad en recesiones: El Estado deberá absorber los costos en tiempos de recesión.
- Devolución del excedente: Durante los períodos de bonanza, el exceso de recaudación será devuelto a la sociedad mediante la baja de impuestos.

Según Milei, esta metodología permitirá no solo reducir impuestos, sino también achicar el tamaño del Estado, lo que considera la verdadera presión impositiva.