Solo en los primeros seis meses de 2023, se registraron 139 asesinatos de mujeres en el país. El caso de Chiara Páez, una adolescente de 14 años asesinada en 2015, fue un punto de inflexión en la lucha contra el femicidio y marcó el inicio del movimiento "Ni Una Menos".
Según el informe, el 61% de las víctimas fueron asesinadas por sus parejas o exparejas, y la mayoría de los femicidios ocurrieron en el entorno doméstico. Se destaca que el 66% de las mujeres asesinadas tenían entre 19 y 50 años, y se resalta la vulnerabilidad de las adolescentes, con un total de 121 femicidios registrados en ese grupo de edad.
En términos geográficos, las provincias con los mayores valores absolutos de femicidios fueron Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Salta. Además, se informa que el 26% de las mujeres asesinadas fueron víctimas de disparos, el 21% murió por heridas de arma blanca y el 11% presentaba indicios de abuso sexual.
El informe también revela que el 15% de las víctimas había realizado denuncias previas contra sus agresores, y un porcentaje similar de femicidas tenía medidas cautelares en su contra o formaba parte de alguna fuerza de seguridad.
Las organizaciones feministas y la Asamblea Nacional de Familiares de Víctimas de Femicidios y Desapariciones continúan marchando en el movimiento "Ni Una Menos" para denunciar la responsabilidad del Estado y los gobiernos en la falta de fortalecimiento e implementación de un plan de emergencia nacional contra la violencia hacia las mujeres. Exigen la creación de refugios accesibles, subsidios y licencias laborales pagas para las mujeres que lo necesiten, y buscan que esta problemática se convierta en política pública.