Cada vez más estudiantes eligen realizar su última comida del día en el comedor debido a los precios bajos que ofrece.
El comedor, ubicado en el edificio de la calle Rivadavia, recibe entre 900 y 1.100 personas de lunes a viernes, de 21:00 a 21:30 horas. Ante la creciente demanda, se planea ampliar el horario de servicio nocturno de media hora a una hora.
Actualmente, el precio del abono para estudiantes empadronados es de $250. También hay un grupo de aportantes solidarios, que incluye empleados, docentes y no docentes, que pueden comer por $800. Para el público en general, el precio es de $1.200. Estos precios son considerados bajos en comparación con otros comedores universitarios, como los de Córdoba y Mendoza.
Para acceder al comedor, los estudiantes deben realizar un empadronamiento anual y presentar un certificado de alumno regular con un código QR único e intransferible emitido por la universidad. También se mencionó la existencia de becas para personas con necesidades económicas, quienes deben presentar documentación y cumplir con requisitos académicos establecidos.
El menú del comedor incluye entrada, plato principal y postre, manteniendo la calidad y los sabores tradicionales. La capacidad del establecimiento se ajusta a la demanda diaria, y en caso de agotarse el menú del día, el equipo de cocina prepara un menú secundario para garantizar el servicio a todos los estudiantes.
El comedor universitario se ha convertido en una herramienta fundamental para la permanencia de los estudiantes, brindándoles una opción accesible y nutritiva para sus comidas diarias.