¿Te imaginas si la temperatura subiera 30°? Bueno, eso pasó en La Antártida oriental a fines de marzo, rompiendo un «récord absoluto».
Los termómetros marcaron una temperatura de 11,5°C bajo cero, cuando deberían haber marcado 40 grados bajo cero, que es lo habitual para esta época, en la que, según expertos, la temperatura debería haber bajado con el fin del verano austral. Ahora bien, lo que debemos preguntarnos, cómo siempre que suceden eventos extremos, es si son o no son consecuencia del cambio climático. Para eso te cuento algunos testimonios de investigadores:
Por un lado, explicaron que si bien los días sin heladas son ocasionales, nunca se habían producido después del 22 de febrero. Por otro lado, algunos expertos sostienen que lo que sucedió en la Antártida probablemente sea solo un evento climático aleatorio y no una señal de cambio climático. Pero que si sucede de nuevo o repetidamente, entonces podríamos vincularlo con el calentamiento global.
En este sentido, aseguran que si bien en el momento de producirse un suceso no es posible atribuirlo al cambio climático, una de las señales más claras del calentamiento global es el aumento del número y la intensidad de las olas de calor. El cambio climático nos involucra a todxs, informate y acordate…
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