La misa central, presidida por el obispo de la Diócesis, monseñor Gabriel Barba, reunió a devotos que llegaron a pedir por salud y trabajo. Tras la ceremonia religiosa, los fieles participaron de una procesión por las calles de la zona Estación.
Joel Cafieri, un vecino del barrio centro, expresó su devoción: "Vine porque creo mucho en San Roque, es una tradición que heredé de mi abuela. Vengo a pedir para que no falte el trabajo en mi familia". Durante la homilía, monseñor Barba recordó la vida del santo, quien renunció a sus bienes materiales para servir a los enfermos durante una peste que afectó a Europa en la antigüedad.
El evento contó con la participación de alumnos de distintos colegios, quienes repartieron y bendijeron botellas de agua y panecillos. Cristina Esteves, una mercedina que vive en Córdoba, aprovechó su visita a la ciudad para asistir: "Le pedí fuertemente por la salud de mis padres y para que siempre los acompañe".
La celebración concluyó con una procesión por las calles 9 de Julio, Juan B. Justo, General Paz y Lisandro de la Torre. Entre cantos y rezos, los fieles expresaron su amor, fe y devoción al santo. Al final, el párroco Diego Torres agradeció la presencia del obispo y de los fieles, mientras se repartían panes benditos.
Mónica Ruiz, del barrio Belgrano, resumió el sentir de muchos: "Esto es algo muy lindo que tiene que ver con ser católico y villamercedino. Creo firmemente en que Dios y el amor nos hacen mejores personas".