Martes, 05 Noviembre 2024

La Revolución de Mayo y su repercusión en San Luis

Publicado el Martes, 24 Mayo 2022 13:30 Escrito por Néstor Menéndez
La Revolución de Mayo y su repercusión en San Luis Dibujo y composición: Juan Manuel Menéndez Zoppi

Si bien cuando se habla de la Revolución de Mayo se puede hacer referencia a los hechos referidos durante ese mes, de 1810, en la ciudad de Buenos Aires, o más propiamente a la semana ampliada que va del día 18 al 25 de ese mes, en realidad es mucho más preciso caracterizar como Revolución de Mayo a un largo proceso que comenzó con las invasiones inglesas de 1806-1807 y culminó con la independencia de España en 1824.

Los hechos de mayo de 1810 en Buenos Aires, que culminaron con la deposición del virrey y la formación de una “Junta Provisional Gubernativa”, que pasó a la historia como Primera Junta, y que estaba integrada en su gran mayoría por criollos, significaron sin dudas un evento central de todo ese largo proceso. Varias circunstancias favorables se dieron para derribar las autoridades oficiales españolas y para instaurar una junta local; entre ellas que los criollos habían tomado conciencia de su fuerza al rechazar las invasiones británicas y habían conformado una sólida organización de sus milicias, también que se aprovechaba el conocimiento de los sucesos de Europa donde el rey de España Fernando VII°, derrocado y aprisionado por Napoleón, no estaba en condiciones de gobernar sus territorios y los que decían ser sus representantes tenían muy poco poder e influencia para hacerlo valer en América.

A lo largo de los territorios americanos que dependían de España muchas juntas se formaron, a hechura de las que se ungieron en la propia España para enfrentar a los franceses. Así tanto en México, como en Caracas, Bogotá y Chile, los americanos se levantaron y expulsaron a las autoridades que todavía decían representar al rey de España.

Nadie hablaba de “independencia” en esos primeros momentos, aunque la integración de gobiernos por criollos indicaba un fuerte acto de soberanía.

En el caso especial de Buenos Aires, la Junta que asumió el 25 de Mayo de 1810, siguió reconociendo como rey a Fernando VII° y señaló querer resguardar sus derechos, mientras tanto se proponía actuar como “hermana mayor” hasta que los demás “pueblos” o ciudades del interior mandaran sus representantes a una junta más grande, que pasaría a tomar el gobierno. En tanto, la Primera Junta circuló al interior la información de lo sucedido en mayo en Buenos Aires a la par que pedía adhesión al nuevo gobierno y nombramiento de un representante, y prometía el llamado a un congreso general del virreinato.

La información de lo sucedido el 25 de mayo y los días anteriores, la circular del 27, llegó a San Luis unas dos semanas después, probablemente el 11 de junio. Nuestra ciudad era por entonces sufragánea o dependiente de Córdoba, capital de la Gobernación –o provincia real- de Córdoba del Tucumán; las autoridades eran de dos tipos, las de orden provincial o delegadas de la gobernación, y el cabildo que reunía a las autoridades locales. El cabildo de ese año estaba integrado por varios personajes que tendrían actuación relevante en los años siguientes, en posiciones federalistas y republicanas, entre ellos se destacarían el alcalde de primer voto Marcelino Poblet y el regidor Lic. Santiago Funes, figuras que jugarían un papel fundamental en los sucesos que sobrevendrían.

El día 12 de junio el cabildo local se reunió y analizó los documentos que se le enviaban y la circular del 27. Sin duda que se realizó un arduo debate, teniendo en consideración que, preso el rey, la soberanía retornaba a “los pueblos” –las ciudades-, y que el nuevo gobierno no solo estaba compuesto por una mayoría de americanos sino que prometía integrar un represente local a su Junta Provisional Gubernativa, se tomó la decisión de apoyar a esta Junta con “la más sumisa y ciega obediencia”. Palabras estas últimas que pueden mover a error, si el que analiza no considera la importancia que señalara para la ciudad de San Luis, pequeña población perdida en medio de las travesías pampeanas, marginada totalmente de los asuntos y decisiones reales, que se la integrara a un gobierno del virreinato con un representante directo a su junta gubernativa. Entonces lo de la más “ciega obediencia” toma otro carácter.

El apoyo de San Luis a la Junta de Mayo se realza porque fue una de las primeras ciudades junto a Santa Fe en hacerlo, y luego de las villas de la costa del río Uruguay, pero sobre todo porque su ciudad cabecera, Córdoba, fue la principal opositora a los sucesos de Buenos Aires. No sólo Córdoba se mantuvo leal al virrey depuesto, sino que trató de armar tropas para resistir a las de la Junta de Buenos Aires; en ese sentido apremió a San Luis para que la apoyara.

Sin embargo, el cabildo de San Luis, que tomó el poder pleno aun sobre las autoridades provinciales de ese entonces, se mantuvo firme y no cedió ante esa presión, ni tampoco ante las acciones dubitativas que tuvieron las otras ciudades cuyanas, Mendoza y San Juan, que tardaron unos días –con pequeños conflictos- en decidirse por Buenos Aires, y aun por la actitud contraria de la Villa de Río Cuarto, que en un principio apoyó al gobierno provincial.

El cabildo de San Luis convocó de inmediato a un cabildo abierto, para reunir a toda la parte “más sana y principal de su población”, como exigía la circular del 27, que tratará el apoyo a la Junta porteña y nombrara el representante. Todavía estaba dudosa la situación de la gobernación de Córdoba del Tucumán, cuando el cabildo abierto se reunió; se había convocado para el día 28 pero se hizo dos días después. Esa magna reunión del 30 de junio de 1810 fue una de las más importantes asambleas de nuestra historia, donde participaron vecinos del centro como de los barrios, miembros del cabildo como autoridades provinciales delegadas, y otros del interior de una amplia jurisdicción que comprendía gran parte de lo que en 1820 pasaría a ser Provincia de San Luis.

El cabido abierto reafirmó al apoyo a la Primera Junta y nombró como su representante ante la misma a su primer alcalde don Marcelino Poblet. Estuvieron presentes en esa magna asamblea las siguiente personas, en orden alfabético:

Juan Adaro – José Justo Albarracín – Juan Andrés Alfonso – Juan de Amieva Díaz – José de Blas y García – Juan Francisco Barbosa – Flor Basconcelos – José Mariano Bustos – Vicente Carreño – Esteban Fernández – Lucas Fernández – Pedro Pablo Fernández – Santiago Funes – Bernardo García – Juan Basilio Garro – Martín Garro - José Justo Gatica – José González de Pena – Mateo Gómez – José Marcos Guiñazú – Nicolás Guiñazú – Manuel Herrera – Nicolás de Leániz – Benito Lucio Lucero – Fernando Lucero – Francisco de Paula Lucero – Francisco Vicente Lucero – Buenaventura Martínez – José de Mayorga – Lucas Moreno – José Santos Ortiz – Agustín Palma – Juan Palma – Rafael de la Peña – Marcelino Poblet – Alejandro Quiroga – Gerónimo de Quiroga – Juan Esteban de Quiroga – Nazario de Quiroga – Ramón Esteban Ramos – Ramón Rey y Ramos – Matías Sancho – Bernardo Sosa – Manuel Teyseira – Luis de Videla – José Ximénez Inguanzo.

Sin tener pleno conocimiento de lo que sobrevendría, los hombres de San Luis se posicionaron con firmeza junto a la Junta de Mayo; después una larga serie de acontecimientos económicos, políticos y sociales cambiarían todo el escenario de las colonias americanas. Y esperaba una larga guerra de quince años. Dentro de unos días se cumplirán 210 años de estos hechos tan importantes de nuestra historia local. -

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