El operativo abarca desde la puna jujeña hasta las bases argentinas en la Antártida y busca asegurar que las urnas lleguen a los 17,432 locales de votación con 108,107 mesas de votación. Para lograr esto, se utilizarán diversos medios de transporte y recursos, como aviones Hércules C-130, embarcaciones, helicópteros, vehículos terrestres y mulas.

La complejidad de la operación radica en su naturaleza descentralizada y simultánea, ya que se desplegará en los 24 distritos electorales de Argentina. Este operativo incluye la custodia de los centros de acopio de material electoral, la vigilancia de los locales de votación, la seguridad durante el transporte de urnas y documentos, y el resguardo de lugares de recuento provisorio y escrutinio definitivo.

El Comando General Electoral, a cargo del operativo, coordina a todas las Fuerzas Armadas y de Seguridad, incluyendo el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval y la Policía Federal, entre otros.

El despliegue es monitoreado desde la sala de situación del Comando Operacional de las Fuerzas Armadas, donde se utilizan pantallas y monitoreo satelital para rastrear la ubicación de vehículos y asegurar el éxito de la operación.

El operativo también se enfrenta a desafíos específicos en distintas regiones geográficas del país, como la utilización de mulas en zonas montañosas de difícil acceso. Además, se espera que las horas posteriores al cierre de los comicios en el Área Metropolitana de Buenos Aires sean especialmente desafiantes debido a la cantidad de listas y elecciones concurrentes.

Las PASO en Argentina se llevan a cabo para seleccionar a los candidatos que competirán en las elecciones generales. En esta ocasión, alrededor de 35 millones de argentinos están habilitados para votar y elegir entre 27 fórmulas presidenciales y miles de aspirantes a cargos legislativos y locales.