El Impuesto a las Ganancias en Argentina comienza con un mínimo del 7% y puede llegar hasta el 35%. Según Ojeda, esto implicará descuentos significativos, entre $300.000 y $400.000, que representan una carga económica considerable para los empleados.
A pesar de que el gremio ha logrado mantener casi todos los empleos y actualizar los pagos de manera casi oportuna, Ojeda critica al presidente Javier Milei, señalando que la reducción de la inflación no ha aliviado el costo real que los trabajadores deben afrontar.
Además, Ojeda destacó que casi el 95% de los trabajadores bancarios pasará a pagar el Impuesto a las Ganancias. Mientras tanto, aunque los bancos han lanzado créditos hipotecarios UVA y reportan ganancias extraordinarias, han recurrido al despido de empleados, una medida que Ojeda atribuye a la falta de trabajo disponible en una economía en recesión.
El gremialista concluyó que, a pesar de la aparente bonanza de los bancos, la recesión y la falta de oportunidades laborales continúan siendo problemas graves para los trabajadores.