Esta medida ha generado un fuerte rechazo entre los docentes, quienes consideran que el ajuste es un ataque directo a la universidad pública y a los derechos laborales.

Diego Costa, secretario adjunto de la Asociación Docentes Universitarios (ADU), expresó su preocupación por las políticas del actual gobierno, señalando que se busca "fortalecer el Estado en términos de represión y control salarial". Costa subrayó que, mientras los precios de bienes y servicios están liberados, el salario de los trabajadores sigue siendo objeto de restricciones. "Esta política representa un ajuste feroz y brutal, y una profundización extrema en la entrega de la soberanía nacional. Hay un encono particular hacia la universidad y hacia todo lo público", afirmó.

El dirigente sindical destacó que la universidad pública es un baluarte de soberanía, desarrollo autónomo, ciencia, tecnología y conocimiento, y que su papel en la movilidad social va en contra de los intereses de las políticas actuales. "El Gobierno tiene un encono particular con la universidad porque representa todo lo que estas políticas buscan desmantelar", agregó.

Los salarios de los docentes universitarios han estado históricamente desfasados, según Costa, y desde la llegada de Milei a la Presidencia, los sueldos han perdido más del 50% de su poder adquisitivo. "Cuatro de las cinco categorías docentes están por debajo de la línea de pobreza", denunció.

Ante esta situación, las federaciones gremiales universitarias están evaluando convocar a una nueva movilización en defensa de la universidad pública. Se espera que la marcha, que podría realizarse a mediados de septiembre, sea tan masiva como la del 23 de abril, donde miles de personas salieron a las calles en defensa de la educación pública.

"Hoy somos 162 gremios convocando a las medidas de fuerza; se está logrando una unidad de acción histórica", concluyó Costa, advirtiendo que la lucha en defensa de la universidad pública apenas comienza.