"Cada vez que los degenerados fiscales de la política quieran ir a romper el equilibrio fiscal, les voy a vetar todo. Me importa tres carajos", afirmó Milei, mostrando su determinación de mantener un riguroso control fiscal.

Durante su discurso, Milei arremetió contra los diputados que avanzaron con la reforma jubilatoria, calificándolos con insultos y advirtiendo sobre las consecuencias de intentar desestabilizar el equilibrio fiscal. "Empezaron a cuestionar su calidad; de 123 años, tuvimos 113 de déficit. No era fácil hacerlo", dijo el presidente, destacando la dificultad de mantener el equilibrio presupuestario. "A diferencia de otros que con un ajuste de medio punto terminaron volando por los aires, nosotros hicimos un ajuste de siete, estamos acá parados y vamos a seguir dando la pelea".

El presidente también criticó con dureza la historia fiscal del país y reafirmó su compromiso con las medidas de austeridad: "Cada vez que los degenerados fiscales de la política quieran ir a romper el equilibrio fiscal, les voy a vetar todo". Este firme enfoque en la disciplina fiscal forma parte de su estrategia para mejorar la economía del país, aunque sus medidas han generado controversia y oposición.

Las declaraciones de Milei reflejan una política económica severa y han encendido un fuerte debate sobre el impacto social y económico de tales ajustes. Con despidos masivos y un enfoque agresivo hacia la política fiscal, el futuro inmediato promete ser turbulento para el sector público y los empleados estatales.