Miércoles, 27 Noviembre 2024

Parlophone Records, 2005

“El desastre ha de ser descrito de forma más realista como un proceso de degradación ya iniciado, extremadamente intenso, que se acelera de forma creciente y que es en muchos aspectos irreversible”

(Danowsky y Viveiros, 2019: 24, ¿Hay mundo por venir?)

Hablar del fin del mundo siempre supone bifurcaciones y ambivalencias interpretacionales. Por un lado, emerge el miedo a lo incierto, a lo desconocido, a lo alterno; mientras que por otro lado, también emerge una especie de tranquilidad como resultante del fin a la vida agobiante tal y como la conocemos. No obstante, como línea transversal, es que el tópico “fin del mundo” siempre tiene una carga reflexiva y crítica que nos posiciona como humanidad en el centro de la responsabilidad del detrimento socioambiental, y es de esto lo que nos nutre Demon Days.

Uno de los tópicos más relevantes que caracteriza a la banda animada es la construcción narrativa de cada propuesta. Una generativa que una que comprende tanto la creación arquetípica de cada personaje, como también las historias que van a dar sentido a cada lanzamiento de Gorillaz. La profundidad de cada detalle es que hace de este proyecto artístico, uno de los más complejos a nivel creativo, ya que posiciona como relevante la constante conexión y abstracción de contexto, los nuevos sonidos, pero también la oscilación y amplitud desprejuicida de lo inspiracional.

Cerca de 17 años han pasado desde el lanzamiento de Demon Days, y para ser sincera, en 17 años el mundo sigue -tanto o más- sanguinario que lo criticado en aquel 2005. Con 15 tracks contenidos en un margen de casi 51 minutos, es que 2D, Murdoc, Russel y Noodle nos llevan a un viaje tan distópico como la crisis política y social de Gilead, en The Handmaids Tale. Un viaje a un contexto post-apocalíptico, donde la destrucción, desolación y devastación es multivariable.

Con una fuerte articulación creativa vinculada al movimiento punk “No Future” de mediados del siglo XX, es que iniciamos esta experiencia multisensorial con la siempre bien ponderada “Intro”, una que con una fuerte carga sensitiva nos permite dar cuenta de que nos encontramos en un espacio estéril, oscuro e incierto. Continuamos con “Last Living Souls”, track que evidentemente nos da un primer alcance de la historia que estamos por conocer, porque “Take a gun or how you say? That’s no way to behave”, da cuenta de que este LP representa aquellos espacios colonizados por la muerte en subalternidad.

¿Quién es Dirty Harry?, ¿a qué nos referimos?, ¿de qué hablamos?… Muchas son las dudas respecto al real mensaje de tan potente track, que cuenta con la colaboración de niñas, niñes y niños del Coro de San Fernández y Bootie Brown. No obstante, se hace latente el guiño a una preocupación constante a las infancias, al dolor, a la pobreza. Porque las guerras robustecen la ambición de una élite descompuesta y sin alma que deja a “The poor people are burning in the Sun. But they ain’t got a chance, They ain’t got a chance”.

Continuamos con “Kids With Guns”, track donde la inspiración hip hop se manifiesta a tal punto, que la metáfora de violencia trasciende a la consolidación de la monstrificación de las infancias y humanidades corrompidas por el poder de las armas. Luego seguimos con “O Green World”, casi como una sátira al recuerdo de aquel mundo forestado, una aproximación a la aniquilación y muerte, es que llegamos a “Dirty Harry”, probablemente la canción más controversial a nivel político, puesto que la imagen de Bush y la guerra de Irak no pasan desapercibidos al ojo crítico de Damon Albarn.

Llegando al segundo bloque del álbum, nos encontramos directamente con la dialéctica sonora y emotiva de Demon Days, puesto que con la irrupción de “Feel Good Inc.” el cuarteto digital esboza que hemos llegamos a uno de los tracks más poperos del álbum, pieza que por lo demás fue el primer adelanto con el que se dio a conocer este disco. No obstante, seguimos con “El Mañana”, casi como una antítesis de “Feel Good Inc”, esto porque “El Mañana” nos recuerda que el amor, los afectos y la emotividad son aquellos albores que dan vida a la diversidad de la existencia. La esperanza ante el miedo, son verdaderos escudos ante la desolación del mundo construido en Demon Days, que para nuestra sorpresa, también se hace extensiva a nuestra realidad cotidiana.

“Every Planet We Reach Is Dead”, “November Has Come” y “All Alone” son realmente la trilogía indisociable de este LP. Tres variables concretas que dan cuenta de la perspectiva crítica de Damon respecto a la crisis socio-humanitaria de la que somos protagonistas. Por un lado “Every Planet We Reach is Dead”, apela constante e invariablemente a sensación de desorientación y desasosiego. Por otro lado “November Has Come” es la profundización argumental de la reflexiva competitiva imperante en las interacciones establecidas y conversaciones mal intencionadas. Y finalmente “All Alone” se transforma en el resultante de la articulación de los tracks antecesores, destacando observación activa a la soledad como establishment de lo social.

El último bloque de este gran LP que fue pensado y ejecutado como crítica a un contexto específico, hoy es una pieza atemporal que sigue trascendiendo contextos, espacios y situaciones. “White Light” es la encargada de dar inicio al ciclo final, con una apuesta minimalista y armónicamente rimbombante, abriendo paso a la estocada Dance-pop con “DARE”. “Fire Coming Out of the Monkey’s Head” aparece como una analogía crítica a la profundidad del daño a las guerras, donde la irónica metáfora “The dance of the dead” es realmente una perspectiva detractora y realista a la muerte en masa, a la devastación y al poder.

Finalmente “Don’t Get Lost In Heaven” abre paso a “Demon Days”, track que dio origen al nombre de este disco. “Demon Days” puede ser considerada una conclusión a una narrativa directa y elocuente a un contexto, pero también tiene la suficiente carga emotiva capaz de cerrar esta propuesta postapocalíptica como constructo articulador de nodos críticos de lo social. “Demon Days” como track también es resistencia, también es amor, y también es motivación. El amor propio es sin duda uno de los tópicos más complejos de abordar en el contexto actual, no obstante la grandilocuencia compositiva de Albarn nos invita a cuestionarnos sin tapujos: ¿Esperaremos que los “Demon Days” nos obliguen a mirar con rencor todo el amor que carenciamos de nosotras, nosotres y nosotros mismos?

Publicado el Viernes, 15 Abril 2022 13:29 Escrito por

Columbia, 1980

El punk y el disco desaparecieron de las listas, al tiempo que la new wave iniciaba su reinado. Sin embargo, hacia 1979, y en el terreno que Margareth Thatcher quería invisibilizar, empezaba a crecer con fuerza la New Wave of British Heavy Metal, marca con la cual bandas muchos británicos empezaron a aglutinar la rabia y la desesperanza de una generación.

Judas Priest llevaba casi una década haciendo metal, con letras generadas desde la impronta sabbathiana; sin embargo, los liderados por Ozzy fueron evolucionando hacia el hard rock, dejando el nicho puramente metalero con un camino ya iniciado y que podría ser fértil para la siembra de otras bandas. Y ahí mismo fue donde Judas Priest plantó sus semillas, las que germinaron vigorosas en abril de 1980 cuando lanzaron “British Steel”.

Este es un disco que se ha impuesto en la historia como un antes y un después, e incluso muchos críticos lo consideran el punto de partida de la NWOBHM. Este álbum llegó muy lejos y se distingue por su sonido duro, afilado y mucho más veloz que el de los discos anteriores de la banda y de todos los producidos en Inglaterra. “British Steel” se grabó en un estudio de Ringo Starr en 28 días, usando la tecnología analógica que estaba disponible; por eso, el trabajo encabezado por Tom Allon es magnánimo. Y qué decir de los bastiones que de allí se desprendieron.

“Breaking the Law” es un himno que se clavó como un imprescindible para el metalero de cepa. Su riff principal es perfecto y ha sido base creativa para cientos de bandas posteriores, mientras que su estribillo lo define como un himno antiopresión. Hicieron su primer video reventando tímpanos con la guitarra y con Halford doblando barrotes; por su concepto de ritmo de base, se podría poner al lado de “Smoke on the Water”, donde la simpleza instrumental enganchaba con la ira de la clase obrera. “Rapid Fire” es pura velocidad y furia de Holland, quien da inicio a la batalla de riffs entre Downing y Tipton al estilo de la vieja escuela, con puro sentimiento, y un Rob Halford sensacional. “Metal Gods” hasta hoy se mantiene como parte del setlist básico porque la esencia se desprende de su ritmo contundente y sus guitarras afiladas. Demás está decir que Halford es esta canción.

“Grinder” es un track muy heavy gracias a sus riffs abrasivos, al tiempo que Rob le da un estilo cimentado en potencia. “United” se convertiría en otro himno gracias a su dinámica y su estribillo fantástico; unas guitarras que acaban con todo lo que se ponga a su paso, tanto así, que en vivo te puede hacer llorar. “Living After Midnight” es otro trallazo decisivo, que con los años se ha transformado en el mejor resumen de la naturaleza de Judas Priest; por eso mismo es la más versionada del grupo, aunque ninguna de ellas se acerca siquiera a darle sombra a la original. “You Don’t Have to Be Old to Be Wise” es puro power, gracias a su mensaje y el solo destructivo que lo compaña.

“The Rage” es un medio tiempo con una interesante intro de bajo de Ian Hill, tras el cual las guitarras se convierten en una marcha abrumadora. Y “Steeler” es un rapidísimo tema, que hoy suena totalmente old school, y cierra el disco con broche de oro. Este breve resumen refiere a aspectos del metal fundacional, ese que actualmente no se hace y al cual terminamos recurriendo con frecuencia, estampando la trayectoria de “British Steel” como memorable.

La portada del álbum la diseñó Roslav Szaybo. Para crearla, se basó en la imagen de una empresa siderúrgica británica llamada British Steel. Con motivo del 30° aniversario el diseño fue retocado, añadiéndosele unas gotas de sangre que no aparecían en el original de 1980. Enlazando la imagen con el contenido, el metal generado por Judas Priest, instrumentalmente, no era tan nocivo comparado con la crítica que contenía en su lírica, la cual apoyaba a la multitud de obreros de Birmingham que habían quedado sin trabajo tras las reformas liberales de Thatcher.

Un brutal asalto de dobles guitarras gracias a la labor prodigiosa de Glenn Tipton y K. K. Downing. Y la interpretación de Rob Halford que, tras el disco, se transformó en figura a imitar y hoy ya es leyenda, casi a la altura de Ronnie James Dio o Lemmy. El sexto álbum de Judas Priest alternó gloriosos himnos que iban a definir el panorama de los ’80 para un sinnúmero de bandas en todo el orbe, varios de ellos precursores del thrash que nacería pronto. Todo en “British Steel” da origen a algún mito que personifica el género metal, tanto en lo creativo como en lo estético, sino que hablen los cueros y las cadenas.

Publicado el Viernes, 15 Abril 2022 13:20 Escrito por

José Luis Pereyra, docente ganador del premio Fray Mocho de Literatura.

Publicado el Miércoles, 13 Abril 2022 10:20 Escrito por

La especialista en grabado expone en La Caja de los Trebejos, junto a más de 120 talentos, durante los fines de semana del 14 de abril hasta el 8 de mayo.

“Una de las técnicas de grabado que presentaré es  ́taco perdido ́ donde trabajo con varias capas de colores, y con unas guías donde se talla la matriz y se realizan las diferentes estampas. También, presentó un grabado con xilografía y cuatro cuadros que comencé en 2020 con linoleografía y técnicas mixtas”, detalló la artista que nació en Lomas de Zamora y actualmente vive en Potrero de los Funes donde tiene su atelier.

Acerca del 1º “Salón de Arte San Luis 2022” Levin compartió: “Es una muestra que hace mucho no se ve en la provincia. La idea es que no sea la única presentación, sino la primera de muchas”.

“El artista cierra su obra cuando la mira el espectador. Nosotros a través de los cuadros contamos historias y lo que nos sucede, dolores, alegrías, tristezas para que también otra persona se sienta identificada o reflejada”, agregó Calvi quien hace dieciséis años brinda clases de arte en escuelas primarias y secundarias.

Nota: Prensa Secretaría de Cultura. 

Publicado el Miércoles, 13 Abril 2022 08:58 Escrito por
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