Domingo, 24 Noviembre 2024

Colectivos gratis para reducir tráfico, accidentes y contaminación(es)

Publicado el Domingo, 12 Agosto 2018 16:11 Escrito por

Villa Mercedes, en San Luis, se acerca a los 125 mil habitantes. El parque automotor estimado es de 35 mil autos y esa cantidad por 1,5 de motocicletas. tras varios años de insuficientes controles y deficientes servicios de transporte público de pasajeros, la "perla de la llanura" enfrenta problemáticas de tránsito propias de ciudades con el triple de habitantes. 

Sostenemos que el diseño de un plan de acción para abordar esta problemática debe ser integral. Nos referimos a que considere infraestructura vial, controles, educación, estacionamiento medido, playas, transporte público de pasajeros y la dimensión medioambiental, poniendo en el centro de todos esos elementos al vecino -en lugar del automóvil que es el que está actualmente. No obstante lo antedicho, solamente por cuestiones de organización del texto, en este artículo vamos a abordar la problemática del transporte público de pasajeros; es decir: el subsistema colectivos.

La estrategia desplegada desde hace unas cuatro décadas - el líneas generales- ha sido la de otorgar el monopolio a una empresa privada -tercerización- con la reserva para el estado municipal de fijar recorridos, tarifas y controlar la calidad de la prestación del servicio. Mientras la ciudad mantuvo una estructura más o menos compacta, el sistema funcionó razonablemente bien. Se cubrían los principales puntos aglutinantes: centro de salud, colegios, terminal de ómnibus... en un eje longitudinal Centro - Estación que con pocas variantes resolvía la mayoría de la demanda. 

El crecimiento demográfico que experimenta Villa Mercedes de mediados de la década del ochenta, y consecuentemente la proliferación de nuevos complejos habitacionales que empujaron los límites de la ciudad en todas direcciones, "desparramaron" a los ciudadanos y generaron nuevos puntos o centros de interés que debían ser conectados.

Entonces los mercedinos ingresamos en una espiral -en relación con el transporte de colectivos- que no hace más que "morderse la cola": los pasajeros transportados son pocos (por la frecuencia que llega hasta una hora entre coche y coche, el costo del pasaje en relación al valor de la cuota de una moto, los recorridos que se piensan para satisfacer a todos y no dejan conforme a nadie, etc.), los costos obligan a aumentar el costo del boleto y a ralear vehículos, se reduce aún más el número de pasajeros, el boleto tiene que volver a aumentar para mantener los coches circulando... la espiral se acelera con la reducción de subsidios nacionales que atemperaban los aumentos de boleto.

Como es sencillo comprobar, la única respuesta a la que se ha recurrido para sostener el sistema circulando, ha sido la de aumentar el boleto del pasaje. Un sabio decía que si cavas un pozo en el lugar equivocado, aunque el pozo tenga 50 metros de profundidad, va a seguir estando en el lugar equivocado. Que lo se necesita en ciertas ocasiones, es salir del pozo y comenzar a cavar en otro lugar. En relación al transporte público de pasajeros en Villa Mercedes -creo- llegó la hora de clavar la pala en un lugar distinto.

Una alternativa que merece ser analizada (y no aseguro que sea la solución, solo aseguro que vale la pena iniciar un estudio a fondo sobre esa variante) es la instrumentar un sistema de transporte urbano público universal gratuito. 

El colectivo gratis es una tendencia que crece en los últimos años, aunque ya en 1971, Roma trató de solucionar el caos de tránsito liberando del pago a los usuarios de autobuses. La medida duró unos meses. 

En Estados Unidos, las ciudades de Denver, Austin y Trenton pusieron en práctica medidas similares entre 1998 y 2003, pero comprobaron que quienes se sumaban al transporte de pasajeros eran personas que antes caminaban o usaban bicicleta; los dueños de vehículos particulares preferían seguir usándolos. No obstante, la gratuidad del sistema público se mantiene en otras 40 ciudades estadounidenses. 

Tallin, capital de Estonia con más de 420.000 habitantes, y varias ciudades europeas de tamaño mediano y muchas ciudades más pequeñas de todo el mundo han convertido sus redes de transporte público en pasajes cero. La ciudad de Hasselt en Bélgica es un ejemplo notable: las tarifas se abolieron en 1997 y el número de pasajeros era "13 veces más alto" en 2006. Más tarde, y a partir de Julio de este año el transporte publico en Estonia es prácticamente gratuito, sólo hace falta pagar un simbólico abono de 2 euros para acceder a una red de transporte que se propone como una vía efectiva para bajar significativamente la polución ambiental.

En latinoamérica también hay experiencias. La más exitosa de transporte público urbano gratuito se concretó a partir de la lucha popular. En el año 2005, en el marco del Foro Social Mundial, se creó en Brasil el Movimiento Passe Livre (MPL), a manera de reacción contra el aumento de tarifas que dificultaba el acceso de los trabajadores al transporte urbano. La reivindicación generó que varios municipios brasileños adoptaran políticas de boleto libre. Actualmente, existe una decena de ciudades del país vecino que mantienen su política de transporte gratuito. La más importante es Maricá, un municipio del estado de Río de Janeiro que tiene 146 mil habitantes.

Esta modalidad va instalándose en diferentes lugares. Y adopta, desde luego, las características y condicionalidades de cada caso. Aquí tendríamos que partir de un servicio administrado por el estado municipal. De igual modo, la ciudad debería recuperar la administración del cobro del estacionamiento medido en el micro y macro centro de la ciudad; esta sería una de las fuentes de financiamiento del transporte gratuito. Otros aspectos que merecen ser analizados como fuentes parciales -mayores o menores- son las reducciones que se experimentarían en servicios médicos en el hospital público, si se reduce el tránsito de motocicletas y la consecuente siniestralidad de éstas. De igual modo, merecen iniciarse conversaciones con empresas de seguro y monitorear el posible descenso en las erogaciones por siniestros.

Finalmente, aunque sin ánimo de agotar el análisis de la situación, que por el contrario recién comienza y requiere la participación de especialistas, técnicos, funcionarios, legisladores, etc., me pregunto qué respondería la ciudadanía de Villa Mercedes si se le propusiera un sistema de transporte que asegure frecuencias de no más de 15 minutos entre coches, rediseñar los recorridos para cubrir la nueva configuración urbana, y gratuidad para todos los miembros de la familia a cambio de una tasa general equivalente al valor de un paquete de cigarrillos por familia y por mes. 

Por ahora es una idea que pretende comenzar un pozo en un lugar diferente del que se venía cavando infructuosamente. A medida que se retire la tierra del hoyo, veremos que conclusiones aparecen y que tan viable es la nueva ubicación del pozo.

Recién empezamos a cavar...

Algunos lugares para seguir leyendo sobre esto...

http://www.algoritmomag.com.ar/estonia-transporte-publico-gratuito/

https://www.tiempoar.com.ar/nota/a-contramano-del-tarifazo-el-mundo-estudia-las-ventajas-del-transporte-publico-gratuito

https://www.diariolasamericas.com/economia/estonia-sera-el-primer-pais-transporte-publico-gratuito-el-mundo-n4151326

https://es.wikipedia.org/wiki/Transporte_p%C3%BAblico_gratuito#cite_note-stad-1

http://www.algoritmomag.com.ar/alemaniatransportegratuito/

 

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