Hay continuismo porque en el Partido Político gobernante, no hay renovación democrática de sus dirigentes desde la base de quienes comparten la idea del Peronismo. El Partido Justicialista se ha encerrado en sí mismo, sin participación amplia, pública, transparente y no sólo de sus afiliados, sino de la población peronista y de la población en general. Una ciudadanía y militancia que ha soportado estoicamente hasta ahora la digitación de candidatos y funcionarios para un Proyecto Político agotado, que no ofrece ningún sueño, ninguna esperanza, ningún entusiasmo de protagonismo político y social efectivo. Porque no hay un Proyecto hecho con la gente, que se traduzca en atención de las necesidades básicas y elementales de todas las familias que merecen vivir dignamente, con trabajo y estabilidad económica, y que no depende sólo de Nación, porque la Provincia también es responsable del control precios y tarifas, y de generar fuentes laborales genuinas como hacen otras provincias.
Nuestro Pueblo ha sufrido mucho. No es tiempo de seguir viviendo una sociedad injusta. Necesitamos una conciencia de encuentro, de libertad, de resistencia, de no tolerar la desigualdad y las promesas. Una conciencia de que podemos ser protagonistas de la responsabilidad de una sociedad justa. Pero también de que somos capaces de asumir y superar toda dificultad, toda opresión, todo dolor y sufrimiento porque existe la certeza moral de conseguirlo.
“Se achica el mundo, más quien iba a creer que fuéramos tú, yo, hermanos, el futuro ya se ve, se puede hasta tocar, soplando con los vientos nuevos/ Llévame a la magia del momento de la gloria donde los niños del mañana soñarán los cambios que vendrán.
“Vientos de cambio”. Scorpions, banda de hard rock y heavy metal
“En la fábula, la Zorra ve que arriba de un árbol –inalcanzable para ella- se halla un Cuervo con un apetitoso pedazo de queso en el pico. Pensando en conseguirlo, la Zorra comienza a adular al Cuervo y hasta le dice que sería hermoso escuchar su graznido. El Cuervo, inflado de vanidad, lanza el graznido y el queso cae de su pico, para provecho de la Zorra. Después, ella se burla, tratándolo de tonto. Pero el Cuervo, luego de pensar, le contesta que la tonta ha sido ella, porque ha perdido la confianza de los demás... ¡para siempre!”.
En el cuento, el flautista ayuda a un pueblo a exterminar una plaga de ratas. Con su flauta, las ratas, embelesadas por encantamiento, lo siguen y él las saca del pueblo. Al no cumplir el Alcalde con el pago prometido, el flautista, con el mismo método, se lleva a los niños del pueblo. Cuando aquél cumple, arrepentido, los inocentes son devueltos.
La pandemia dejó al descubierto vivencias de núcleos familiares que develaron una tremenda y endeble fragilidad; una delicada y cuidada convivencia siempre singular en cada caso. Un descarnado encuentro con la humanidad más profunda. Pero también develó la cautividad y el desamparo aún presentes de otros, de no poder recurrir absolutamente a nadie, desde cada subjetividad.
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